MADRID, 6 Feb. (EDIZIONES) -
Aunque los inhaladores han supuesto un gran avance para la administración de fármacos para el tratamiento de enfermedades como la EPOC o asma, se están obteniendo menos resultados de los esperados por una "defectuosa utilización", llama la atención la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG)
Según subraya, para evitar los errores es fundamental la educación a los pacientes en la utilización de los dispositivos, tanto por los médicos prescriptores como por enfermería, antes de comenzar el tratamiento. No obstante, celebra que la gran variedad de dispositivos existentes supone una ventaja para poder adaptar a cada paciente el tipo de inhalador más adecuado.
Así, en 'Todas las respuestas sobre el asma' (RBA), el doctor Vicente Plaza Moral, actual coordinado de la 'Guía Española del Manejo del Asma' (GEMA) destaca que los inhaladores suponen la manera "más eficaz" de tratar esta enfermedad.
"Sin embargo, y pese a lo sencillo de su modo de empleo, no siempre se respetan las pautas a seguir para aplicar el tratamiento adecuadamente con ellos o no siempre el paciente ha entendido correctamente cómo utilizarlos", agrega el a su vez doctor en Medicina y especialista en Neumología.
De hecho, lamenta que el uso incorrecto de los inhaladores, o en las dosis inadecuadas, es la principal causa de falta de control en el asma, y también es el motivo de que los síntomas de ésta persistan en muchos pacientes síntomas que deberían haber remitido de haber usado correctamente estos dispositivos.
A juicio del también director del servicio de Neumología y Alergia del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, la falta de información a los pacientes es el principal causante de los errores en el uso de los inhaladores.
Ya que los errores son "muchos y muy diversos", el doctor Plaza Moral enumera los más frecuentes:
1.- Puede parecer una perogrullada pero uno de los fallos más comunes es no quitar la tapa del inhalador.
2.- No inspirar al pulsar o presionar el dispositivo inhalador, sino hacerlo después, a destiempo, e incluso en ocasiones pulsar después de inhalar.
3.- Inspirar por la nariz y no por la boca.
4.- Exhalar por la boquilla antes de inhalar.
5.- Inspirar poco, presentar un flujo inspiratorio bajo o insuficiente.
6.- No cerrar los labios en torno a la boquilla.
7.- En los dispositivos o inhaladores de cartucho, colocar el dispositivo al revés.
8.- En los inhaladores de polvo seco, no prepara la dosis, no pinchar la cápsula que la contiene o no activar el sistema de multidosis.
9.- También en los inhaladores de polvo seco, inspirar demasiado lentamente o con un flujo inspiratorio insuficiente.
10.- No efectuar la pausa o apnea de unos segundos tras la inhalación.
El doctor Mario Bárcena, miembro del Grupo de Trabajo de Respiratorio de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), comenta por su parte que los errores más frecuentes son el no realizar la espiración previa a la utilización del inhalador, y el no realizar la apnea después de la inhalación.
"En los cartuchos presurizados es muy frecuente (45%) no realizar bien la coordinación entre inhalación y la pulsación del dispositivo (la pulsación debe ser inmediatamente posterior al inicio de la maniobra inspiratoria que será lenta y constante) y, en los de polvo seco, es habitual el no hacer la inspiración profunda y enérgica (44%), o no tener la capacidad inspiratoria suficiente para poder realizarla", añade.
En su opinión, también son errores "críticos" el no quitar la tapa del inhalador, no agitar antes de utilizar los dispositivos que lo requieren, no sellar bien con los labios la boquilla, el colocar en posición inadecuada el dispositivo, o bien el realizar la maniobra inspiratoria a través de la nariz, en lugar de por la boca.