MADRID, 12 Ene. (EUROPA PRESS) -
Ante el incremento de infecciones respiratorias la fisioterapia puede ser de ayuda, acelerando el proceso de recuperación de estas enfermedades, según apuntan desde el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM).
"Tratamos al paciente con técnicas destinadas a facilitar la educación respiratoria, la higiene bronquial y el automanejo de la enfermedad, y elaboramos programas de ejercicio terapéutico y de reentrenamiento al esfuerzo, para su readaptación a la actividad cotidiana tras los procesos más severos", explica la decana del Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid (CPFCM), Aurora Araújo.
Para evitar algunas de las molestias derivadas de la gripe, el catarro o la neumonía, desde el CPFCM recomiendan realizar ejercicios respiratorios diafragmáticos y de la parrilla costal. De este modo se facilita la expectoración, el control de la tos y se activa y relaja la musculatura inspiradora y espiradora.
También resulta de gran ayuda realizar movimientos de flexión, extensión y abducción con los brazos, así como con el cuello, alternando rotaciones de derecha a izquierda y hacía arriba y hacia abajo. Estos ejercicios, realizados en series de seis, en secuencias de 30 segundos, durante cuatro veces al día, permiten evitar otros posibles problemas derivados de estas enfermedades respiratorias.
Asimismo, los fisioterapeutas madrileños aconsejan a las personas afectadas que eviten largos periodos en la cama o tumbadas en el sofá y que caminen por la casa para que no se incremente el dolor en las articulaciones. Dar pequeños paseos por la casa y cambiar de postura con frecuencia ayudarán a aliviar el dolor de espalda, especialmente en la zona lumbar.
TÉCNICAS DE FISIOTERAPIA RESPIRATORIA
Existen algunas técnicas de fisioterapia respiratoria para personas con síntomas leves, pero es importante tener en cuenta que si el paciente tiene fiebre o gran dificultad al respirar, no debe seguir estas pautas y consultar previamente con su fisioterapeuta o profesional sanitario de referencia.
Los ejercicios para restablecer el patrón ventilatorio y el volumen pulmonar son técnicas encaminadas a aumentar el volumen pulmonar inspiratorio y reducir la dificultad respiratoria. En primer lugar, la respiración con labios fruncidos puede ayudar a reducir la sensación de disnea o dificultad respiratoria. Inspirar lentamente por la nariz; aguantar el aire 2-3 segundos, si se puede, y soplar lentamente por la boca formando una U con los labios.
Por otro lado, existe la respiración abdominal o diafragmática, es decir, tumbado con piernas semiflexionadas (se puede poner un cojín debajo de éstas) o sentado en una silla; manos en el abdomen para notar como la barriga sale al tomar aire (inspirar) y se esconde al sacar el aire (espirar); tomar aire por la nariz (el máximo que se pueda) y sacarlo lentamente por la boca con los labios fruncidos. Se debe realizar por la mañana y por la tarde, 10-15 respiraciones.
Asimismo, la respiración costal (ejercicios de expansión torácica) se realiza tumbado con piernas estiradas o sentado en una silla; manos en el tórax para notar como infla al tomar aire (inspirar) y se desinfla al sacar el aire (espirar); tomar aire por la nariz (el máximo que se pueda) y sacarlo lentamente por la boca con los labios fruncidos. Se debe hacer por la mañana y por la tarde, 10-15 respiraciones.
Los ejercicios de permeabilización de la vía aérea o drenaje de secreciones bronquiales se deben realizar cuando el paciente presenta una patología respiratoria de base, secreciones al toser (tos productiva) y/o una patología respiratoria de base que cursa con secreción bronquial. Ayudan a mover secreciones que puedan estar de manera más profunda en los pulmones hacia la zona más cercana a la boca, y que después se expulsarán con una tos.
Dentro de los ejercicios de permeabilización de la vía aérea existen dos tipos: los ejercicios de espiración lenta con la boca abierta, que se realizan tumbado de lado en una superficie plana (como la cama) o sentado en una silla; inspirar por la nariz de manera normal; espirar con la boca abierta de manera lenta y hasta vaciar del todo los pulmones. Se deben hacer durante cinco minutos, y repetir lo mismo tumbado sobre el otro lado y dos veces al día (mañana y tarde).
Si en algún momento durante el ejercicio aparece tos para expulsar una secreción, se recomienda pasar a la posición de sentado, inspirar profundamente y toser.
Y los ejercicios de espiración con ayuda de presión espiratoria positiva doméstica (Bottle PEP), que consisten en realizar espiraciones en una botella de agua a través de una cañita o tubo de plástico, durante 5-10 minutos, dos veces al día. Para ello, utilizar una botella de un litro si se tiene una cañita larga, o de medio litro si la cañita es corta; el tubo o cañita debe estar al menos a 3cm del fondo de la botella; la longitud ideal del tubo o cañita es de 40 cm., pero si no, lo que se tenga disponible en casa; llenar de agua hasta la mitad de la botella más o menos.
Por último, los fisioterapeutas madrileños recomiendan realizar ejercicios (de fuerza y de resistencia aeróbica) para la readaptación a las actividades cotidianas, siempre y cuando el estado físico y la sintomatología lo permitan, bebiendo líquido con frecuencia durante cada jornada.
Para ello, controlar la respiración durante los ejercicios, inspirando durante la contracción muscular y espirando durante la relajación (se puede usar los labios fruncidos en la espiración). Y no realizarlos, (en especial los de fuerza) en apnea (es decir, manteniendo el aire dentro).
No obstante, no se aconseja realizar esfuerzo si se está con fiebre, mialgias, dolor articular, malestar general o mucha sintomatología respiratoria (mucha sensación de ahogo o dificultad al respirar).