VALNCIA 21 Dic. (EUROPA PRESS) -
La ecografía 3D es una prueba de exploración y diagnóstico precisa que ahorra la cirugía uterina en más del 80% de las pacientes que ayuda a la mejora del pronóstico reproductivo, ofreciendo información objetiva de la forma anatómica y de la cavidad uterina de las pacientes, según ha señalado el IVI Valncia en un comunicado.
Además, permite la evaluación integral del útero, de manera "sencilla, rápida y detallada" obteniendo el plano coronal uterino, lo que posibilita valorar la morfología de la cavidad endometrial de modo directo, siendo este factor "un notable avance" sobre las técnicas ecográficas convencionales.
Así, el estudio de Prior y colaboradores, Ultrasound Obstet Gynecol 2018 ha observado que, realizando esta prueba en series amplias a pacientes, en el 82% de los casos el útero es completamente normal.
Este dato concuerda con los resultados de IVI Valencia que, en 2017, publica que el 85,5% de las pacientes sometidas a donación de óvulos presentan un útero normal en la ecografía 3D, y en el año 2020, en una muestra más amplia, que la prevalencia de úteros normales es del 82% en la población.
Al respecto, la ginecóloga de IVI Valencia y especialista en fertilidad, Elena Labarta, ha explicado que se considera un útero normal a que no tiene una anomalía congénita uterina también denominada anomalía mülleriana, ya que este tipo de anomalías producen una alteración en la forma de la cavidad interna del útero, que pueden influir sobre las posibilidades de tener un bebé.
LA EDAD NO INFIERE EN LA NORMALIDAD DEL ÚTERO
Otro dato importante recogido en los estudios es que la edad no está directamente relacionada con la normalidad o no del útero, ya que el tener más edad no siempre implica una deformidad de la cavidad uterina, por lo que tampoco estaría relacionada con la necesidad de una cirugía.
En este sentido, la especialista en fertilidad ha resaltado que "con más de 40 años hay más riesgo de adenomiosis uterina que pudiera afectar a la receptividad, pero afortunadamente es de grado leve en la mayoría de los casos no llegando a deformar la cavidad uterina.
Además, la adenomiosis se visualiza en el miometrio -la pared muscular del útero- y es por ello que no se puede eliminar esta patología mediante la realización de histeroscopia. El manejo de esta se aborda desde terapias más médicas que quirúrgicas".
"Tras muchos años de experiencia hemos observado que no sirve el 'one size fits all' y que cada paciente es única, por lo que es importante hacer previamente a cualquier tratamiento una ecografía 3D, ya que las histeroscopias son pruebas mucho más subjetivas al depender del criterio de la persona que las realiza", concluye.
Así, ha señalado que cirugía uterina o metroplastia será necesaria en aquellos casos en los que la cavidad uterina no sea anatómicamente normal, lo que dificulta o puede impedir la implantación de un embrión para conseguir un embarazo.
En este sentido, se valora la realización de una histeroscopia de consulta en aquellos casos con fallos de implantación con el fin de visualizar la superficie endometrial y descartar patologías en este nivel, sin necesidad de pasar por quirófano ni el uso de anestesia. En los casos en los que la anatomía de la cavidad uterina no sea adecuada, se realiza una histeroscopia en el quirófano, para llevar a cabo la metroplastia y normalizar la forma del útero cuando esto sea posible, según las mismas fuentes.
Por todo ello, ha concluido que, según un estudio realizado en IVI Valencia y publicado en 2018, "la metroplastia sí que mejora las tasas de implantación en pacientes con cavidades uterinas con una forma alterada y por ello defiende realizarla "pero solo cuando está indicada, no de forma sistemática pues no existe demostración científica de que eso mejore las tasas de embarazo, mientras que incrementaría significativamente los costes del procedimiento", .