MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio publicado en 'EClinicalMedicine' ha sugerido que si una vacuna contra el coronavirus hubiera estado disponible al comienzo de la pandemia, podría haber salvado millones de vidas, evitado sufrimientos y ahorrado miles de millones de dólares en costes médicos directos y de otro tipo hasta que la vacuna específica para la cepa pasara por todo el proceso de desarrollo, pruebas y autorización de uso de emergencia que duró 10 meses.
Para determinar el valor de invertir en el desarrollo y almacenamiento de una vacuna universal contra el coronavirus, el equipo de la Fundación Nacional de Ciencias (EEUU) desarrolló un modelo computacional que simulaba toda la población estadounidense, la introducción y propagación de un nuevo coronavirus como el SARS-CoV-2 en 2020 y los resultados sanitarios (infecciones, hospitalizaciones) y económicos (costes médicos directos, pérdidas de productividad) resultantes. Los experimentos simularon lo que ocurriría si se dispusiera de una vacuna universal contra el coronavirus al inicio de la pandemia de Covid-19.
La vacunación con una vacuna universal contra el coronavirus como intervención independiente (por ejemplo, sin uso de mascarillas ni distanciamiento social) supuso un ahorro de costes incluso cuando su eficacia era tan baja como el 10 por ciento y sólo el 10 por ciento de la población estadounidense recibía la vacuna.
Por ejemplo, cuando una vacuna universal contra el coronavirus tiene una eficacia del 10 por ciento, vacunar a una cuarta parte de la población estadounidense en los dos meses siguientes al inicio de la pandemia evita una media de 14,6 millones de infecciones y ahorra más de 27.000 millones de dólares en costes médicos directos.
Una cobertura vacunal tan baja al comienzo de la pandemia podría producirse si la vacuna sólo se pusiera a disposición de determinadas subpoblaciones de alto riesgo (como mayores de 65 años, personas con sistemas inmunitarios debilitados, trabajadores de primera línea), de forma similar al planteamiento adoptado cuando las vacunas de ARNm estuvieron disponibles en diciembre de 2020.
LOS EXPERTOS ASEGURAN QUE HAY QUE ANTICIPARSE
"Covid-19 fue la tercera epidemia o pandemia importante y grave de coronavirus después del SARS en 2002 y el MERS en 2012, por lo tanto, debemos anticipar un cuarto brote de coronavirus dentro de la próxima década aproximadamente", ha señalado Peter J. Hotez, decano de la Escuela Nacional de Medicina Tropical de Baylor y codirector del Centro de Desarrollo de Vacunas del Texas Children's Hospital.
"Una vacuna universal es rentable y ahorra costes y es una prioridad para avanzar", ha añadido Hotez.
También se demostró que una vacuna universal contra el coronavirus sería muy rentable aunque saliera al mercado una vacuna más específica y eficaz. En este sentido, el estudio muestra que si una vacuna específica de una cepa tarda cuatro meses o más en llegar al mercado, el uso de una vacuna universal sigue siendo rentable.
En un escenario en el que una vacuna específica para una cepa tiene una eficacia del 90 por ciento pero no está disponible hasta dos meses después del inicio de la pandemia, los resultados del modelo muestran que vacunar sólo al 10 por ciento de la población con una vacuna universal que tenga una eficacia del 10 por ciento al inicio de la pandemia puede ahorrar más de 2.000 millones de dólares en costes sociales (por ejemplo, costes médicos directos y pérdidas de productividad por absentismo).
Teniendo en cuenta el tiempo necesario para desarrollar una vacuna específica para cada cepa durante una pandemia que se adapte a las cepas circulantes del virus, esto pone de relieve la importancia de disponer de una vacuna universal como medida provisional.
"Nuestro estudio muestra la importancia de proporcionar al mayor número posible de personas de una población al menos cierto grado de protección inmunitaria lo antes posible", explica Bruce Y. Lee, director ejecutivo de PHICOR y profesor de CUNY SPH.
"Tener una vacuna universal desarrollada, almacenada y lista para usar en caso de pandemia podría cambiar las reglas del juego, incluso si se pudiera desarrollar una vacuna más específica tres o cuatro meses después", ha asegurado Lee.