MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -
La detección precoz de los trastornos mentales en jóvenes y adolescentes es fundamental para que las personas diagnosticadas con patologías de este tipo puedan tener una vida adulta saludable; además, en términos económicos, implicaría un ahorro de recursos, según se ha puesto de manifiesto en la jornada sobre salud mental 'Detección precoz de los trastornos mentales en jóvenes', organizada por el Consejo Español para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD).
En el evento han participado la presidenta de la Asociación Madrileña de Ayuda e Investigación del Trastorno Límite de la Personalidad (AMAI TLP), Teresa Oñate; la presidenta y psicóloga respectivamente de Planeta TOC, Rosa Iglesias y Encarni Cabrera; y la teniente coronel Marta Presa, Jefa de Psiquiatría del Hospital Gómez Ulla.
Por su parte, la adjunta a la Presidencia del CEDDD, Mar Ugarte, ha destacado que los trastornos mentales representan el 16 por ciento de la carga mundial de enfermedades y lesiones en las personas de edades comprendidas entre 10 y 19 años. Sin embargo, muchas de estas patologías no llegan a ser diagnosticadas y las que sí lo son reciben el diagnóstico tarde.
Madres de una persona con Trastorno Límite de la Personalidad (TLP) y de dos hijos con Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC), Teresa Oñate y Rosa Iglesias han denunciado durante sus intervenciones este vacío en el tratamiento de trastornos mentales. "Qué terrible que el diagnóstico llegue a los 14 años, ¿qué ha pasado antes?", se pregunta Iglesias.
Desde su experiencia personal, ambas coinciden en destacar la importancia de la detección precoz de estos trastornos para facilitar así una vida adulta saludable a las personas que las padecen. "La detección precoz es importante porque el ser humano es como un arbolito; cuanto más pronto lo cogemos, antes lo podemos enderezar", ha señalado Oñate.
Tanto en casos de TLP como de TOC, las personas que tienen estas patologías "sufren muchísimo, porque viven a flor de piel", explica Oñate. Tanta, que "se autolesionan para combatir el dolor constante que sienten", tal y como ha apuntado Oñate. Desde esta asociación también se trabaja haciendo detección precoz en los colegios para concienciar sobre la enfermedad mental. "La cabeza hay que tratarla como se trata un hígado o un riñón", comentan.
LA IMPORTANCIA DE LA FAMILIA
No obstante, tanto desde AMAI como desde Planeta TOC inciden la importancia de la familia a la hora de tratar y gestionar estas patologías. "La familia es un factor de protección, pero también puede ser un factor precipitante, es precisamente la primera que estigmatiza", ha señalado Iglesias. Ello ocurre, en parte, porque no encuentran apoyos fuera del núcleo familiar. "Cuando les dan el diagnóstico, los padres tienen un sentimiento de culpa terrible, porque lo primero que piensan es que han hecho algo mal", según la presidenta de Planeta TOC. Para amortiguar estos efectos negativos, la asociación trabaja desde hace tres años haciendo terapias a domicilio con todos los miembros de la unidad familiar.
El punto de vista profesional lo han aportado Encarni Cabrera y Marta Presa. La psicóloga ha destacado que, si bien es cierto que "existe mucha morbilidad entre TLP y TOC, es mucho más difícil trabajar con TLP, porque viven con mucha intensidad". Según Cabrera, los orígenes de estos trastornos se pueden encontrar ya en etapas perinatales. "Cuando un niño empieza a tener una patología, es somática; por eso cuando un niño es inquieto o hace trastadas decimos que es un niño malo, pero en realidad está pidiendo ayuda a gritos", comenta la psicóloga. Por ello, ha expresado que "es necesario formar a los profesionales en detección precoz, porque con una pequeña inversión ahorraríamos mucho". Solo así "se puede normalizar la vida de una persona con TOC o TLP", añade Cabrera.
Así, ha recordado que espectros TOC hay tantos como personas. Entre otros, están el obsesivo puro, a través del pensamiento. Según la profesional de la Psicología, "son las personas que están rumiando las alternativas que les ofrece la vida sin llegar a hacer nada". También hay "TOC religioso; TOC de amor, que es cuando hay una duda compulsiva de si quiero a mi pareja o no. En general, el TOC es cualquier cosa que no me pueda quitar de la cabeza, que no me deje pensar en otra cosa", añade.
En este sentido, Cabrera ha señalado que el TOC es una de las cinco enfermedades más discapacitantes a nivel mundial. "He tenido pacientes que han estado 8, 10 horas sin poder salir de la ducha", afirma. Sobre los efectos de la pandemia en personas con TOC, la profesional ha destacado que ha pasado desapercibida para las personas con trastorno severo. "Sin embargo, a la población subclínica la COVID le ha hecho mucho más efecto y cada vez más personas han dejado de ser funcionales", aclara.
En la misma línea se ha manifestado la jefa de Psiquiatría del Hospital Gómez Ulla durante su intervención. "Este año de pandemia ha aumentado el número de pacientes que han entrado por urgencias sin patologías previas", ha expresado, para luego destacar que "hay 10 adolescentes en lista de espera sin camas, y eso que en general ha aumentado el número de camas para adolescentes". Como ejemplo, Presa ha mencionado el Hospital 12 de Octubre, "que ha destinado toda una planta a adolescentes".
Según su experiencia, la pandemia "ha hecho mucho daño a las personas psicorígidas, aquellas con necesidad de tenerlo todo controlado, porque ha producido fallos de control a todos los niveles y eso desencadena conductas obsesivas".
Sobre detección precoz, la profesional de Psiquiatría ha explicado que hay que saber ver "qué hay detrás de ciertos comportamientos". "No son trastornos de conducta sin más; el adolescente que bebe y fuma tiene una ansiedad que cubre con el alcohol y el tabaco", a aseverado. Otros síntomas en niños más pequeños pueden ser la repetición conductual y las conductas obsesivas.
En cualquier caso, algunas posibles soluciones pasan por aumentar el tiempo de consulta. "Actualmente, solo tenemos 15 minutos para atender a cada persona y es muy poco", ha señalado Marta Presa. Asimismo, según esta especialista, también es necesario formar a profesionales en detección precoz y sensibilizar a la población.