MADRID 16 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Missouri (MU), Estados Unidos, ha encontrado tratamientos potenciales para dos tipos diferentes de complicaciones comunes después de un trasplante de médula ósea.
Una complicación común de los trasplantes de médula ósea, un tratamiento potencialmente curativo para la leucemia y otros cánceres de la sangre, es la enfermedad de injerto contra huésped (GvHD), donde las células donadas ven a las células del receptor como una amenaza y un ataque desconocidos.
La GvHD aguda ocurre poco después de un trasplante y, a menudo, afecta a la piel, a los intestinos o al hígado. Así, su cronicidad puede ocurrir en cualquier momento después del trasplante y generalmente afecta a la piel, la boca, los pulmones, los intestinos, los músculos o las articulaciones.
El equipo de investigación de MU administró a ratones sometidos a un trasplante de médula ósea un medicamento llamado Defibrotida, generalmente administrado para tratar los vasos sanguíneos bloqueados en el hígado. Posteriormente, descubrieron que el fármaco protegía las células que recubren los vasos sanguíneos, que normalmente se dañan en pacientes con GvHD aguda.
"El tratamiento con defibrotida dio como resultado una supervivencia significativamente mejor con una reducción de la GvHD aguda", señala el profesor asistente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Missouri, Senthilnathan Palaniyandi.
"A través de sus efectos antiinflamatorios y protectores endoteliales, este tratamiento redujo la gravedad de la GvHD aguda sin dañar las células inmunes trasplantadas que luchan contra la leucemia", añade el experto.
GvHD CRÓNICA
Asimismo, en un estudio paralelo, el equipo de investigación se centró en la GvHD crónica y descubrieron que la introducción de diferentes tipos de inhibidores de la quinasa BTK/ITK reducía la gravedad de la GvHD crónica y aumentaba la supervivencia en ratones.
"Descubrimos que una combinación de inhibidores de quinasas es eficaz para las enfermedades de la piel causadas por la EICH crónica", afirma el jefe de la División de Hematología y Oncología Médica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Missouri y director del Centro Oncológico Ellis Fischel de MU Health Care, el doctor Gerhard Hildebrandt.
"Los ratones tratados con la combinación de inhibidores de quinasa mostraron una reducción significativa de las complicaciones crónicas asociadas con el trasplante de médula ósea", subraya.
Como resultado, los investigadores concluyen que estos hallazgos revelan que un fármaco que protege las células que recubren los vasos sanguíneos muestra eficacia para reducir la GvHD aguda y que la inhibición de la quinasa es prometedora como tratamiento para la GvHD crónica.
"Aumentar nuestra comprensión sobre cómo manejar la GvHD es esencial para un trasplante de médula ósea clínicamente eficaz en nuestro Centro Oncológico Ellis Fischel y en otros lugares del mundo", destaca Hildebrandt.
"Nuestro laboratorio es uno de los pocos que se centra intensamente en resolver el enigma de la GVHD para hacer que el trasplante de médula ósea sea más eficaz y demuestra el compromiso del Sistema de Salud de la Universidad de Missouri para avanzar en la investigación y salvar y mejorar vidas", concluye el experto.