MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
Las lesiones de los nervios periféricos, tejidos que transmiten señales bioeléctricas del cerebro al resto del cuerpo, suelen provocar dolor crónico, trastornos neurológicos, parálisis o discapacidad. Ahora, investigadores han desarrollado un hidrogel conductor estirable que algún día podría utilizarse para reparar este tipo de nervios cuando hay un daño.
Las lesiones en las que un nervio periférico ha sido completamente cortado, como un corte profundo de un accidente, son difíciles de tratar. Una estrategia común, llamada transplante de nervio autólogo, consiste en extraer una sección de nervio periférico de otra parte del cuerpo y coserla en los extremos del nervio cortado. Sin embargo, la cirugía no siempre restaura la función, y a veces se necesitan múltiples cirugías de seguimiento. También se han utilizado injertos de nervios artificiales, en combinación con células de apoyo, pero a menudo los nervios tardan mucho tiempo en recuperarse completamente.
En su estudio, publicado en la revista 'ACS Nano', los investigadores querían desarrollar un tratamiento efectivo y de acción rápida que pudiera reemplazar el trasplante de nervio autólogo. Con este propósito, decidieron explorar los hidrogeles conductores, polímeros biocompatibles hinchados por el agua que pueden transmitir señales bioeléctricas.
Los investigadores prepararon un hidrogel conductor resistente pero estirable que contenía polianilina y poliacrilamida. El polímero reticulado tenía una red microporosa tridimensional que, una vez implantada, permitía que las células nerviosas entraran y se adhirieran, ayudando a restaurar el tejido perdido.
El equipo demostró que el material podía conducir señales bioeléctricas a través de un nervio ciático dañado extraído de un sapo. Luego, implantaron el hidrogel en ratas con lesiones del nervio ciático. Dos semanas después, los nervios de las ratas recuperaron sus propiedades bioeléctricas, y su andar mejoró en comparación con las ratas no tratadas.
Debido a que las propiedades conductoras de electricidad del material mejoran con la irradiación de la luz infrarroja cercana, que puede penetrar en los tejidos, podría ser posible mejorar aún más la conducción y recuperación de los nervios de esta manera, según los investigadores.