MADRID, 29 Dic. (Reuters/EP) -
En los últimos años ha aumentado la demanda de semen en busca de un embarazo, el motivo es el aumento de mujeres que asumen la maternidad en solitario, de parejas homosexuales que buscan un hijo y de aquellas que no pueden tenerlos de forma natural por problemas médicos. En todos los casos surge la duda sobre si debe contarse a ese niño cómo llegó al mundo.
Una investigación sueca afirma que no existe ninguna forma sencilla de explicar a los hijos concebidos mediante la donación de esperma cómo fue su concepción, sin embargo afirma que es mejor que los niños se enteren a una edad temprana, ya que han observado que la conversación fluye con más facilidad.
A pesar de que el uso de la tecnología de reproducción ya no se mantiene en secreto en muchas partes del mundo, Suecia sigue siendo uno de los pocos países que no permiten la donación de esperma anónimo. Eso significa que los padres que conciben de esta forma deben considerar cómo explicárselo a sus hijos, ya que los niños tienen derecho a ponerse en contacto con los donantes.
El hecho de que sea obligatorio revelar la identidad de los donantes ha ofrecido a los investigadores una oportunidad única para estudiar cómo estas conversaciones sobre la concepción se desarrollan desde la perspectiva de los padres y los niños pequeños.
"Hablar con un niño sobre 'los pájaros y las abejas' no es para muchos padres una tarea fácil, y para los padres con un niño concebido de donante esto podría ser aún más difícil", ha afirmado el autor principal del estudio Stina Isaksson, investigador de la salud pública en la Universidad de Uppsala (Suecia).
Este estudio, que ha sido publicado en la revista 'Human Reproduction', muestra que "los niños cuyos padres comienzan a hablar con ellos a una edad relativamente temprana no reaccionan de manera negativa a la información", ha añadido Isaksson.
Para analizar lo que sucede durante estas discusiones, los investigadores entrevistaron a 30 padres suecos heterosexuales de niños concebidos por donación de esperma cuando los niños tenían entre 7 y 8 años de edad.
A menudo, los padres iniciaron las discusiones y luego mantuvieron conversaciones durante un tiempo sobre este tema. Muchos padres dijeron que lo hicieron porque creían que su hijo tenía derecho a conocer sus orígenes y porque una conversación a tiempo puede ayudar a que el niño crezca más cómodo hablando sobre el tema. Otros padres afirmaron que abordaron la donación de esperma antes de tiempo porque tenían miedo a que los niños oyeran hablar a otras persona sobre este tema; y algunos padres afirmaron que crecieron con el secreto y que, finalmente, causó una crisis cuando la verdad se reveló en última instancia.
Una vez que las conversaciones empezaron, los niños a menudo fueron quienes impulsaron las conversaciones. Cuando los niños no presionaron para tener más detalles, o parecían molestos por la idea de tener un padre donante de esperma, los padres solían hacer una pausa en la conversación y esperar a que los niños volvieran a tocar el tema de nuevo en otro momento.
Dada la complejidad de estas discusiones, los padres y los niños también parecían tener sentimientos encontrados al hablar sobre este tema. De hecho para algunos padres, el uso de un donante de esperma trajo recuerdos dolorosos de los retos a los que se enfrentaron ante su fertilidad, mientras que en otros casos les proporcionó una sensación de alivio.
Si bien el estudio es demasiado pequeño y limitado en su alcance para sacar conclusiones generales acerca de cómo todos los padres y los niños pueden reaccionar a las discusiones acerca de la donación de esperma, los hallazgos sugieren que puede que no se produzca un gran daño en el inicio de las conversaciones cuando los niños son aún muy jóvenes, concluyen los investigadores.
"Los resultados del estudio confirman la importancia de compartir en las familias que han utilizado gametos donados", ha señalado Ken Daniels, investigador de la Universidad de Canterbury en Christchurch, Nueva Zelanda, que no participó en el estudio.
"Es bueno ver que los padres reconocen que deben tomar la iniciativa, pero deben ser muy conscientes de las diferentes respuestas que pueden provenir de sus hijos", ha afirmado Daniels, quien concluye que "es importante que los padres respondan a las preguntas que se hacen los niños".