MADRID, 29 Mar. (EDIZIONES) -
Las unidades de hospitalización domiciliaria en adultos son bastante frecuentes, hay unas 110 en toda España; si bien lo que no es tan frecuente son este tipo de unidades durante la edad pediátrica. En nuestro país una de las pocas que existen, y pionera, fue la del Hospital Niño Jesús de Madrid, cuya responsable nos cuenta en este artículo su experiencia.
"Estas unidades se emplean para niños sanos que, por cualquier motivo, precisan de un ingreso, y son aptos para hacerlo en esta unidad. Pueden ser también niños con patologías crónicas que se reagudizan y que requieren de un ingreso", explica en una entrevista con Infosalus Raquel Jiménez García, pediatra y jefa de la sección de Pediatría General del Hospital Niño Jesús de Madrid, que puso en marcha de forma pionera esta unidad de hospitalización a domicilio.
En concreto, abrió sus puertas en noviembre de 2018, y desde entonces calcula que han pasado por ella más de mil niños. "Son pocas las unidades de este tipo que han abierto en España desde entonces", según reconoce esta especialista en Pediatría.
Cuenta que decidieron ponerla en marcha porque veían niños ingresados en el hospital que 'estaban bien' y que, seguramente, estando en sus casas, con su familia, en su entorno y sus rutinas, iban a estar mejor. "Veíamos que muchos pacientes no necesitaban de la infraestructura del hospital, pero sí de los cuidados médicos y de la enfermería hospitalaria. Para un niño, realmente, lo ideal es que lo cuide su familia y que esté en su casa; siempre que sea posible, claro", afirma esta doctora.
Así, Jiménez señala que son susceptibles de ser ingresados en esta unidad hospitalaria por ejemplo aquellos niños que por ejemplo tienen una infección aguda y necesitan un tratamiento antibiótico por vía intravenosa, o bien por una infección de la piel u otorrina que requiere de una serie de cuidados, por ejemplo, pero sin mayores complicaciones. También suelen ingresar en ella niños con neumonía, bronquiolitis, u otra patología respiratoria que necesitan oxígeno, por ejemplo.
Igualmente, son susceptibles de una unidad de hospitalización domiciliaria aquellos pacientes con patologías crónicas, como una parálisis cerebral, que tienen una infección respiratoria por ejemplo y necesitan ser ingresados, además de niños con patologías quirúrgicas, como una apendicitis con peritonitis, pudiendo perfectamente ser cuidados los últimos días de tratamiento con antibiótico en casa.
Además, la doctora Jiménez resalta que hay un programa nuevo que se ha puesto en marcha junto con el servicio de Psiquiatría también, y especialmente dirigido a chicas con trastornos alimentarios, donde reciben el soporte diario del pediatra, así como el de la enfermera.
EL MEJOR CUIDADOR, SIEMPRE LA FAMILIA
A su juicio, los mejores cuidadores son siempre los familiares y, entre otras ventajas, la hospitalización domiciliaria favorece que el niño se encuentre en su entorno habitual, estén más seguros, con sus rutinas, su familia y hermanos; lo que "hace que viva la enfermedad y su recuperación más fácilmente".
Mientras, dice que para las familias también supone una gran mejoría el compatibilizar el ingreso con el cuidado del resto de familia, así como el poder establecer mejor una conciliación de la vida laboral y familiar; a la vez que sugiere que otra de las ventajas de esta unidad de hospitalización domiciliaria pediátrica es que mejora el descanso y la intimidad de la familia.
A su vez, resalta que se establece una "muy buena relación" con el personal sanitario, ya que a diario los reciben en su casa, y estos educan a los padres en todos los cuidados que deben conceder a sus hijos, en cuanto a su salud. "Tiene un gran impacto en el autocuidado y sobre el qué hacer cuando tu hijo está enfermo", valora Raquel Jiménez.
Además, ahora en pandemia, la pediatra indica que se ofrece a las familias esta posibilidad y "la inmensa mayoría quieren hacerlo", ahora con mayor motivo porque las familias no quieren estar en los hospitales.
Con todo ello, la responsable de la Unidad de Hospitalización Domiciliaria del Hospital Niño Jesús insiste en que no hay que olvidar que siempre que los niños y las familias quieran, estar en el domicilio "es la opción ideal", aunque indica que se deben cumplir una serie de requisitos: desde el punto de vista clínico, que se trate de pacientes estables, que no se vayan a deteriorar en domicilio; que se cumplan una serie de criterios sociales, que gocen de una vivienda en buena situación, para que el paciente esté confortable; y que la casa esté a 30 minutos de distancia del hospital; "y lo más importante es que la familia quiera y desea que sea tratado en esta modalidad de atención".
Recuerda también que el estar ingresado en un hospital, independientemente de la pandemia, puede conllevar el contagio de infecciones asociadas a ingreso, algo que, fuera de la pandemia, también suele empujar a los padres para decidir que es una oportunidad para realizar el ingreso desde casa, sostiene la doctora Jiménez.
Por otro lado, y aunque no hay evidencia científica, la experta mantiene que muchos padres dicen que su hijo se ha recuperado más rápido desde que ingresó en el domicilio: "Tiene sentido porque el niño come, descansa mejor, no tiene estrés, se encuentra en su situación de confort habitual; y esto tiene que impactar de buena forma seguro en su salud".
CÓMO FUNCIONA
Para llevar a cabo un ingreso hospitalario, el paciente ingresa desde la sala de hospitalización convencional, de Urgencias o la consulta del especialista, desde donde se le comenta a la familia la posibilidad. Si ésta está de acuerdo, Jiménez subraya que el equipo de la Unidad de hospitalización a domicilio comprueba que se cumplen los criterios antes citados, y enseña a la familia cuáles son los cuidados que debe proporcionar a su hijo a domicilio.
"Solo cuando estamos seguros de que lo han entendido, y los padres también lo están, el paciente se traslada a su casa. El pediatra y la enfermera realizan una visita diaria, y además las familias pueden contactar las 24 horas del día telefónicamente, o realizar videollamadas si cambiase algo del aspecto clínico del niño. Las familias están muy arropadas porque saben que pueden contar en cualquier momento del día y de la noche con el soporte médico", celebra la doctora Jiménez.
Sobre los inconvenientes de la hospitalización domiciliaria, la pediatra y jefa de sección de Pediatría general del Hospital Niño Jesús de Madrid reconoce que al principio las familias tienen dudas sobre si lo harán correctamente, o sobre si esto va a suponer una sobrecarga para el paciente o la familia que está en casa.
"Cuando llegan a casa y ven las ventajas en cuanto a la intimidad, a la mejoría del descanso, por ejemplo, la inmensa mayoría se encuentran muy satisfechas con la decisión. Algunos pacientes cuando les toca otra vez ingresar incluso vuelven a solicitarla. Ojalá se pudieran beneficiar de este tipo de hospitalización todos los niños porque son innumerables las ventajas de las unidades de hospitalización domiciliaria", sentencia la doctora Jiménez.