MADRID 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
La consultas urológicas se han reducido un 12,4 por ciento, y las intervenciones quirúrgicas un 25,6 por ciento desde el inicio de la pandemia del Covid-19, según ha avisado el coordinador del área de urología del Hospital HLA Universitario Moncloa, Ángel Tabernero.
Se trata de una cifra que "preocupa" a los profesionales, puesto que el retraso en el diagnóstico puede conllevar consecuencias "muy graves" en las probabilidades de curación del paciente. "La patología sigue presente, aunque no sea diagnosticada", ha avisado el doctor.
Los urólogos tratan el tumor más frecuente que padecen los hombres y el segundo en mortalidad, el cáncer de próstata, cuyas posibilidades de curación se multiplican si el diagnóstico es precoz. La edad, la historia familiar y el grupo étnico son factores de riesgo en el desarrollo de la enfermedad, siendo los varones negros africanos y afrocaribeños los que registran una mayor incidencia.
Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), se estima que en 2020 se diagnosticarán más de 35.000 casos en España. En ocasiones el cáncer no presenta síntomas y se detecta durante una revisión rutinaria. "Para evitar el retraso en el diagnóstico y, por ende, en el tratamiento, es esencial que la población siga acudiendo a realizarse las revisiones habituales, a pesar de ser asintomáticos, y si tienen síntomas urológicos, con mayor motivo", ha avisado Tabernero.
Además del cáncer de próstata, existen otros tumores aun más agresivos, como el cáncer de vejiga, en el que la prevención es crucial.
Ante cualquier hematuria (sangrado al orinar) es muy importante acudir a Urgencias o al especialista. Cuadros benignos como hiperplasias benignas de próstata (pacientes con problemas para orinar) o cólicos nefríticos por litiasis también pueden llegar a comprometer la viabilidad de los riñones.