La cirugía funcional del parkinson representa una esperanza para pacientes resistentes a la farmacoterapia, según Quirón

Cirugía funcional del Parkinson
EUROPA PRESS/QUIRÓN
Actualizado: jueves, 9 abril 2015 18:45

La Unidad de Trastorno del Movimiento de Quirón Sagrado Corazón- Iensaha operado "con éxito" a 22 pacientes de parkinson

SEVILLA, 9 Abr. (EUROPA PRESS) -

El abordaje quirúrgico del parkinson ha mejorado especialmente la funcionalidad en los pacientes fármacoresistentes, es decir, aquellos pacientes en los que los fármacos no les aseguraban una estabilidad clínica y una buena calidad de vida. Este tipo de intervención se denomina estimulación cerebral profunda.

Este sábado se celebra el Día Mundial del Parkinson, la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente después de la enfermedad de Alzheimer y que puede afectar en España entre 120.000 y 150.000 personas, según datos de la Sociedad Española de Neurología. Un estudio epidemiológico entre pacientes de 65 a 85 años situó la incidencia de la enfermedad en este grupo en 186 por cada 100.000 al año, que extrapolado a la población de Sevilla, supone unos 4.000 pacientes por año.

Según un comunicado, el avance de la ciencia ha llevado a terapias más avanzadas que han supuesto una verdadera revolución en la mejoría de la calidad de vida de los pacientes. Dos de ellos son infusiones de medicamentos que se aplican a través de una bomba y de forma subcutánea, como la apomorfina, o directamente a duodeno, como la duodopa. Sin embargo, la cirugía funcional ha mejorado sensiblemente los resultados en aquellos pacientes a los que los fármacos no les aseguraban una estabilidad clínica. Este tipo de intervención se denomina estimulación cerebral profunda.

El neurocirujano de Quirón Sagrado Corazón-Iensa José Manuel Montero Elena expone que "la intervención quirúrgica del parkinson ha supuesto una puerta de esperanza para los enfermos resistentes a la farmacoterapia".

Según relata el especialista, "la intervención consiste en la implantación de dos electrodos en puntos concretos del cerebro, generalmente en ambos núcleos subtalámicos (derecho e izquierdo). Esto se lleva a cabo ayuda través de un neuronavegador que ayuda a planificar la cirugía y a localizar los puntos exactos donde se deben colocar los electrodos. Estos se aplican mediante un trépano en el cráneo y se conectan con un sistema de cables por debajo de la piel hasta un marcapasos o estimulador que se sitúa próximo a la clavícula o en el abdomen".

"La cirugía --continúa Montero-- se realiza con el paciente despierto para garantizar la correcta colocación de los electrodos, para lo que es necesario ver la respuesta a los estímulos del paciente".

La Unidad de Trastorno del Movimiento de Quirón Sagrado Corazón- Iensa ha operado con éxito a 22 pacientes de parkinson; es la primera unidad de estas características de la sanidad privada andaluza y "pionera" en la cirugía del parkinson en Andalucía.

SOBRE LA ENFERMEDAD

Según explica la neuróloga de la Unidad de Trastornos del Movimiento de Quirón Sagrado Corazón-Iensa Concepción Del Río, "conocemos que se produce una pérdida de las neuronas encargadas de sintetizar la dopamina en un área cerebral denominada sustancia negra. Esta pérdida está causada por unas proteínas llamadas alfasinucleicas".

Además, continúa Del Río, "estas proteínas se vuelven tóxicas y terminan desencadenando una muerte programada celular. A medida que avanza la enfermedad la pérdida cerebral se produce en otras zonas del cerebro, por este motivo los síntomas de la enfermedad son tanto motores, como el temblor y la rigidez, como no motores".

La doctora Del Río señala también que "se cree que el daño oxidativo, toxinas ambientales, predisposición genética y el envejecimiento acelerado pueden ser la causa de la enfermedad, aunque la causa exacta se desconoce".

Se suele iniciar entre los 50 y 60 años de edad y en un cinco por ciento en personas por debajo de los 40 años, con leve preferencia en el varón. Se sabe que el riesgo de padecer la enfermedad es mayor en personas con familiares de primer grado que padezcan parkinson antes de los 40 años. En la mayoría de los casos la enfermedad es esporádica.

Se recomienda realizar estudios genéticos en aquellos pacientes con varios familiares de primer grado enfermos y en todos aquellos que la padezcan por debajo de los 45 años de edad.

Los síntomas cardinales de la enfermedad se dividen en motores, como la lentitud para el inicio y ejecución de movimientos voluntarios (o bradicinesia), rigidez y temblor (no siempre presente) y no motores como la depresión, demencia, insomnio, estreñimiento, hipotensión, falta de olfacción o trastorno de conducta en fase REM (sueños vívidos).

"El diagnóstico de la enfermedad es clínico, es decir, se hace en base a los síntomas y la exploración. Y el tratamiento es puramente sintomático", destaca Del Río, que indica que "a día de hoy desgraciadamente no tenemos fármacos que frenen la progresión de la enfermedad o la curen. El principal fármaco es la levodopa, un precursor de la dopamina y otros llamados agonistas dopaminérgicos".

El avance de la ciencia ha llevado a terapias más avanzadas que han supuesto una verdadera revolución en la mejoría de la calidad de vida de nuestros pacientes. Dos de ellos son infusiones de medicamentos a través de una bomba y de forma subcutánea como la apomorfina o directamente a duodeno como la Duodopa. Sin embargo, la cirugía funcional ha mejorado especialmente la funcionalidad de aquellos pacientes en los que los fármacos no les aseguraban una estabilidad clínica. Este tipo de intervención se denomina estimulación cerebral profunda.

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