MADRID, 1 Jul. (EUROPA PRESS) -
La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte en viajeros internacionales en la edad adulta. Y ahora que ya están aquí las vacaciones de verano, quien más cuidado debe tener con estas patologías son los pacientes ya diagnosticados.
Aunque viajar a un lugar lejano no tiene por qué estar fuera de los planes de los pacientes cardiovasculares, la Fundación Española del Corazón (FEC), perteneciente a la Sociedad Española de Cardiología (SEC), aconseja sentido común a la hora de elegir destino de vacaciones y tomar una serie de precauciones para que el corazón no se resienta en esos días de descanso.
"Si la condición cardiaca del paciente es estable, está bien controlada y se encuentra bien, no hay mayor problema en viajar", ha reconocido el vicepresidente de la FEC, José Luis Palma, que en cambio aconseja posponer cualquier viaje si recientemente se le diagnosticó alguna enfermedad cardiaca o su medicación ha sufrido cambios.
En cualquier caso, y dado que las casuísticas pueden ser muy variadas, esta entidad ha elaboradon un listado de medidas preventivas que ayudarán a mantener el corazón sano durante estas vacaciones de verano:
1. VIAJES EN AVIÓN: Pasillo, por favor.
Los pacientes cardiovasculares pueden viajar en avión sin peligro sin arriesgar su salud. Pero los viajes largos en avión aumentan el riesgo de sufrir síndrome de la clase turista, que se produce cuando se debe permanecer inmóvil en un lugar reducido y con limitaciones de movimiento durante un periodo prolongado de tiempo.
Para evitarlo, aconsejan a los pacientes con antecedentes cardiacos o con hipertensión elegir los asientos del pasillo, ya que nos permiten mayor movilidad, levantarse al menos una vez cada hora y caminar un poco, hacer algunos ejercicios simples en su asiento, como estirar las piernas y los tobillos.
También deben evitar cruzar las piernas, no llevar prendas ajustadas y evitar el consumo de café, té y alcohol, así como incrementar el de agua para mantener una hidratación óptima. Y es igualmente recomendable que las personas con alto riesgo utilicen medias o calcetines compresores y que tomen una pastilla de ácido acetilsalicílico antes, durante y después del viaje.
2. CONTROL DE LA MEDICACIÓN: ¿Qué hora sería en España?
Además de llevar medicación suficiente para todos los días que vayamos a estar fuera por si tuviésemos algún percance durante las vacaciones y nuestros fármacos no estuviesen disponibles en nuestro destino, una solución es llevar consigo una copia de sus recetas originales en caso de que pierdan su medicación.
Otra buena opción a la hora de viajar es mantener una lista actualizada de todos sus medicamentos y dosis en el bolso o billetera, en caso de que pierda cualquiera de ellos, incluyendo el nombre genérico y de marca de sus medicamentos.
Y si el paciente va al extranjero, una carta de su médico explicando su condición, medicamentos (especialmente si son líquidos, cremas o geles de más de 100 mililitros en su equipaje de mano), alergias y cualquier dispositivo médico que pueda tener, por ejemplo, un marcapasos o ICD.
Con la interrupción de su rutina diaria normal, la adherencia a la medicación del paciente puede estar comprometida, por ello es esencial asegurarse de tener el móvil en el huso horario correcto para poder configurar una alarma y no olvidar la administración prescrita.
3. ALIMENTACIÓN: Cuidado con las comidas fuera de casa.
Los viajes conllevan comer fuera de casa, lo que puede llevar a un descontrol en la alimentación ya que uno tiende a aumentar la ingesta de alimentos, así como la cantidad de grasas animales y saturadas y postres grasos.
Para que esto no suponga un problema para nuestra salud (especialmente para los pacientes diabéticos), la FEC recomienda elegir restaurantes que garanticen salubridad que dispongan de cartas o platos saludables, evitar los fritos y centrar las peticiones en platos cocinados al vapor, a la parrilla o a la plancha.
Además, los restaurantes suelen preparar los platos ricos en sal, por lo que para un mayor control de su ingesta, una buena idea pedir que sirvan la comida sin sal para añadirla uno mismo a posteriori, siempre con mesura. En especial, los pacientes hipertensos y los pacientes con insuficiencia cardiaca crónica deben reducir al mínimo la ingesta de sal en sus dietas en el extranjero.
4. HIDRATACIÓN: Evita el abuso de alcohol.
El aumento del consumo de bebidas alcohólicas, usual en vacaciones, puede provocar el síndrome de corazón en vacaciones, que consiste en una aceleración del ritmo cardíaco, una arritmia supraventricular que se da generalmente en las aurículas y suele presentarse en personas jóvenes, sanas y sin historia previa de arritmias.
Este síndrome puede desencadenarse por la combinación del consumo excesivo de ciertos productos en un corto periodo de tiempo: grasas, dulces y sobre todo alcohol, cuya ingesta suele incrementar durante las vacaciones. Combinar la ingesta de alcohol alternándolo con agua (siempre embotellada), infusiones y zumos naturales puede ayudarnos a hidratarnos de una manera más saludable.
5. EJERCICIO: Ni tanto ni tan poco.
La FEC recomienda practicar deporte a primera hora de la mañana, cuando las temperaturas son más bajas y el sol no es tan fuerte como el resto del día. Si no practicamos ningún deporte, una buena alternativa para mantenernos activos y evitar el sedentarismo es salir a pasear durante una hora, pero en ningún caso empezar a practicar deporte a alta intensidad si no estamos acostumbrados a ello. Cuando se padece del corazón es más recomendable nadar a braza, espalda o estilo libre que a mariposa.
Otro aspecto a tener muy en cuenta es la temperatura del agua. Los cardiólogos desaconsejan bañarse en aguas por debajo de los 25 grados, ya que el frío puede ser un desencadenante de arritmias o estrechar las arterias coronarias y producir una angina de pecho.
La mayoría de los pacientes con enfermedad cardíaca encontrarán sus viajes gratificantes y beneficiosos para su salud y bienestar. Se debe alentar a los pacientes a viajar con la debida atención a los riesgos de salud y precauciones de viaje. Una estrecha cooperación entre el paciente, el médico y el cardiólogo ayudará a promover viajes internacionales seguros y saludables. En la mayoría de los casos, las jornadas turísticas implican jornadas maratonianas por lo que no tenemos que olvidar que lo importante de unas vacaciones es relajarse y descansar.