MADRID, 12 May. (EUROPA PRESS) -
En la actualidad, el 70 por ciento de los diagnósticos de la enfermedad celiaca se produce en mayores de 20 años. Una patología sistémica que no sólo se presenta en niños y cuyos síntomas van más allá de los digestivos, lo que en muchas ocasiones complica el diagnóstico. Éstas son algunas de las conclusiones del sexto Congreso Nacional de Pacientes con Enfermedad Celíaca, organizado hace por la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
El encuentro ha contado con la participación de más de 200 personas, pacientes y familiares, que han acudido al evento para conocer de primera mano en qué consiste esta enfermedad y su único tratamiento, la dieta sin gluten. Además, se han tratado temas como el diagnóstico, de hecho, se estima que 7 de cada 10 celíacos aún no están diagnosticados, es decir, no saben que son celíacos.
Además, el encuentro ha servido para explicar la importancia de realizar una dieta sin gluten estricta y de por vida como único tratamiento para la enfermedad, prestando atención también a la contaminación cruzada. Este aspecto es el que más dificulta a las personas celíacas su día a día, principalmente al salir a comer fuera de casa o viajar. En este sentido, se ha perder el miedo a viajar y planificar bien los viajes para disfrutarlos.
La enfermedad celíaca es una patología de origen inmunológico que se desencadena en personas con predisposición genética, que reaccionan de manera inadecuada al gluten que ingieren con los alimentos. Afecta al 1 por ciento de la población y, por cada paciente diagnosticado, hay entre 5 y 8 sin diagnosticar. Se puede manifestar a cualquier edad y afectar a cualquier función del organismo. Muchos pacientes presentan síntomas digestivos leves (gases, estreñimiento, hinchazón) y otros sufren problemas de tipo endocrino, autoinmune, dermatológico, reproductivo, reumatológico o neurológico.
El gluten es una proteína compleja que se encuentra en trigo, cebada, centeno y avena. Los productos que incorporan derivados de estos cereales como materia prima, como ingrediente o como contaminante deben ser evitados por los pacientes celíacos. Si bien la normativa relativa al etiquetado ha mejorado notablemente, queda pendiente garantizar adecuadamente la alimentación sin gluten en establecimientos de restauración colectiva, donde el desconocimiento por parte del personal y el riesgo de contaminación cruzada son los grandes enemigos a la hora de comer fuera de casa.