MADRID 30 May. (EUROPA PRESS) -
Cardioalianza ha celebrado este jueves el 'X Congreso de Pacientes con Enfermedades Cardiovasculares', coincidiendo con el décimo aniversario de la entidad. Un encuentro en el que la entidad ha resaltado la importancia de la prevención y promoción de la salud para abordar la atención cardiovascular.
El acto inaugural ha contado con la participación del presidente Cardioalianza, Tomás Fajardo, quien ha destacado el trabajo realizado por la entidad de pacientes estos diez años. "En 2014, hace diez años, tuve el placer de participar e impulsar el nacimiento de Cardioalianza, una plataforma que nació de manera libre, independiente y comprometida para aglutinar el movimiento asociativo de personas con enfermedad cardiovascular y poder defender nuestros derechos. Diez años después, somos 48 asociaciones de pacientes estatales, regionales y locales, las que trabajamos de forma incansable, muchas veces con pocos recursos, pero con la responsabilidad de lo que implica responder a las necesidades que nos manifiestan los pacientes y sus familias, cuidadores en muchos casos", ha explicado Fajardo.
En el encuentro también ha participado el director general de Salud Pública y Equidad en Salud del Ministerio de Sanidad, Pedro Gullón, quien ha destacado los retos en la salud cardiovascular. El primero, enfocado en la promoción y prevención de la salud, sería lograr que menos gente acabe teniendo enfermedad cardiovascular.
"Tenemos que actuar sobre los determinantes sociales de la enfermedad cardiovascular, es decir, en las circunstancias de vida en que se desarrollan las personas, que crean desigualdades en la enfermedad cardiovascular (factores socioeconómicos, de género, etc.). En este sentido, una de las actuaciones que vamos a llevar a cabo es una ley para la evaluación del impacto en salud para que todo los Ministerios, cuando hagan una ley, tengan que hacer una memoria sobre el impacto que tendrá en salud estas nuevas medidas, para así garantizar que estamos legislando en salud en todas las políticas, también cardiovascular", ha señalado Gullón.
El segundo reto, ha añadido Gullón, es que las personas con enfermedad cardiovascular ya establecida tengan la mayor calidad de vida posible. "Ya no tenemos tantos eventos cardiovasculares fatales como antes, pero tenemos mucha más gente superviviente que requiere de soluciones mucho más sociales y de una buena coordinación socio asistencial que garantice la rehabilitación", ha afirmado.
En este punto, Cardioalianza asegura que las asociaciones de pacientes tienen un rol más importante porque, tal y como ha mencionado Gullón, "el sistema sanitario a veces es un poquito ciego y tiene sus propios sesgos y lo bonito de vivir en un país democrático es que tenemos que dar poder a todas las personas involucradas en el proceso para que nos ayuden a visibilizar las necesidades de las personas con enfermedad cardiovascular".
EL CAMBIO CLIMÁTICOS Y LAS ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
La conferencia inaugural ha ido a cargo del catedrático de física de la atmósfera de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y adscrito al Instituto de Geociencias (IGEO), Ricardo García, quien ha participado en representación de la Plataforma Temática Interdisciplinar para el clima y los servicios climáticos (PTI+ Clima) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
El experto ha destacado que España está especialmente afectada por el cambio climático. "La trayectoria en los próximos 30 años no va a cambiar independientemente del camino que sigamos, el sistema climático no se estabilizará hasta al menos finales de siglo, por lo que ya no hay marcha atrás", ha destacado el experto.
Por ello, considera que es vital establecer sistemas de alerta en los países, ya que las olas de calor van a ser cada vez más frecuentes y contactar con la gente mayor cuando hay una ola de calor, podría reducir la mortalidad cardiovascular. "Va aumentar la vulnerabilidad de las sociedades porque a media que envejece la población, más riesgo cardiovascular y más enfermedades crónicas", ha subrayado el científico quien ha definido el problema del cambio climático no como una crisis, sino como una enfermedad crónica que no va a desaparecer en los próximos años.