MADRID, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
Una de cada tres familias que solicitan ayuda económica tras realizar un trasplante a un menor reciben los fondos en los tres primeros meses desde su solicitados, según el estudio elaborado por 'TransplantChild', una Red de Referencia Europea (ERN) de trasplante pediátrico liderada por el Hospital La Paz (Madrid).
Este informe, promovido por la coordinadora del Grupo de Enfermería de la ERN, María Jesús Pascau, se ha publicado en la revista 'Children' y ha analizado la situación en 17 centros hospitalarios de 14 países de la Unión Europea, además de la disponibilidad a nivel europeo de los recursos sociales necesarios para el cuidado de niños y adolescentes que han recibido un trasplante.
De esta manera, el Hospital La Paz detalla que los trasplantes pediátricos, con una incidencia por debajo de cinco casos por cada 100.000 habitantes, son considerados enfermedades raras, lo que se traduce en un menor número de recursos disponibles.
En particular, el estudio se ha centrado, por un lado, en las ayudas económicas a largo plazo, y por otro, en la disponibilidad de medicamentos, productos farmacéuticos y dispositivos médicos para el tratamiento y cuidado de estos pacientes.
En este sentido, el 60 por ciento de las familias europeas reciben apoyo económico de larga duración tras el trasplante de un hijo. Las modalidades más habituales para canalizar estas ayudas son el pago por servicios y la remuneración mensual. Estas ayudas deberían llegar pronto a las familias, pero solo en el 50 por ciento de los centros las familias reciben estas ayudas en menos de tres meses desde su solicitud. En un 30 por ciento de los casos, la ayuda se demora más de un año.
Entre los resultados obtenidos, se aprecia una cobertura "prácticamente total" de los fármacos y dispositivos sanitarios. Sin embargo, los productos sanitarios utilizados para minimizar los efectos secundarios de los inmunosupresores (suplementos nutricionales o productos dermatológicos o para el cuidado de las mucosas, entre otros) no están financiados en más de la mitad de los centros encuestados.
Respecto a los tratamientos no farmacológicos (audífonos, gafas, prótesis, etcétera) y los tratamientos profesionales (psicólogos, fisioterapeutas, logopedas, estimulación temprana, etcétera), aunque existen, en más de la mitad de los centros la financiación es sólo parcial y, en muchos casos, "la accesibilidad a estos servicios se considera mejorable".