MADRID, 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
Cada día unas 1.000 personas en España sufren un paro cardiaco, de las cuales se podrían salvar el 40 por ciento si se les practica de forma casi inmediata las técnicas de reanimación cardiopulmonar, según ha asegurado el presidente del Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar (CERCP), Ignacio Fernández Lozano.
Ante estas cifras, y teniendo en cuenta que el paro cardiaco es la "muerte que no se ve", este viernes se celebra, a instancias del Parlamento Europeo, el Día Europeo de Concienciación del Paro Cardiaco que, bajo el lema 'Tus manos pueden salvar vidas', tiene como objetivo concienciar a la población sobre la importancia de conocer las maniobras de resucitación.
Y es que, cada minuto que pasa las posibilidades de supervivencia disminuyen un 10 por ciento, por lo que es necesario que ante un paro cardiaco se actúe en los tres o cuatro minutos posteriores ya que, tal y como ha avisado el experto, a los 10 minutos el paciente "está ya muerto".
De hecho, mientras que la supervivencia ante uno de estos episodios ocurridos en la calle se sitúa entre el 5 y el 7 por ciento, debido a que las UVI móviles no llegan a tiempo, cuando los ciudadanos conocen las técnicas de reanimación cardiopulmonar las posibilidades de sobrevivir llegan hasta el 25 o el 30 por ciento.
"El que tiene que empezar la reanimación es el vecino. Al principio el paro cardiaco era cosa de los servicios de Urgencias, después pasó a ser de los servicios de emergencia en la calle pero hoy en día sabemos que esto es una cuestión del vecino y por eso queremos concienciar a la población", ha argumentado Fernández Lozano.
FORMACIÓN "MUY ESCASA" EN ESPAÑA
Sin embargo, la formación de los españoles en esta materia sigue siendo muy escasa, especialmente si se compara con la de los ciudadanos de otros países europeos. Además, el experto ha avisado de la escasez de los desfibriladores externos automatizados (DEA) y ha lamentado que España tenga 8 veces menos por millón de habitantes que en Francia y 30 veces menos que Japón.
En este sentido, la coordinadora de los grupos de trabajo del CERCP, Verónica Almagro, ha recordado también la falta de educación en técnicas de reanimación cardiopulmonar en las escuelas y ha aludido a los centros escolares de los países nórdicos donde "no se concibe" que un escolar termine los estudios sin saber estas técnicas.
"En Estados Unidos todos salen de los colegios sin la RCP y en casi todos los países europeos. En España se incluyó hace unos años por un real decreto en el currículum de educación primaria, pero las comunidades son las que lo tienen que desarrollar y desgraciadamente no en todas se está llevando a cabo. Además, nosotros queremos que también se implemente en secundaria porque al principio lo que se les enseña es a alertar, pero las habilidades de RCP se adquieren con la edad, con la madurez emocional y física", ha señalado Almagro.
PIDEN UN PLAN NACIONAL DE ATENCIÓN A LA PARADA CARDIACA
Por todo ello, los expertos han reclamado la creación de un Plan Nacional de Atención a la Parada Cardiaca que involucre a la mayor parte de los sectores de la sociedad como, por ejemplo, la policía o RENFE y que, además, establezca la obligación de instalar DEA en las plazas públicas, en los supermercados, en los gimnasios, en los lugares donde hay personas mayores de 65 años, etc.
Del mismo modo, han solicitado que se "despenalize" el uso de los desfibriladores por parte de los ciudadanos y han asegurado que, aunque no se sepa practicar con exactitud estas técnicas, "siempre es mejor" que se realicen a que no se haga nada. Esto se debe realizar cuando la persona no contesta y no respira normal.
"El boca a boca sólo se recomienda a los profesionales entrenados, pero las compresiones torácicas las puede hacer cualquier persona. La persona está muerta, por lo que si no se hace nada se va a morir seguro y si se realizan las compresiones, aunque no se sepa bien la técnica, se podrá reanimar", ha sentenciado Fernández Lozano.
Finalmente, los especialistas han destacado la necesidad de que se mejore la respuesta sanitaria a la cardiopatía isquémica, causa primaria de la mayoría de las paradas cardiorespiratorias que se producen en el entorno extrahospitalario; y de que se promueva la realización de reconocimientos médicos a las personas que vayan a iniciarse en la práctica deportiva.