Uno de cada cinco ciudadanos no sabe o no dispone de Internet para consultar su historia clínica
MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un 53,4% de la población ha oído hablar de las herramientas de inteligencia artificial (IA) aplicadas a la salud o los servicios sanitarios; un 48% esta preocupado por la utilización de sus datos clínicos por parte de empresas privadas para desarrollar la IA aplicada a la salud y el 68% considera necesario legislar específicamente su uso en salud.
La preocupación baja hasta el 36,5% cuando los datos son utilizados por una empresa pública, según datos de la primera oleada del Barómetro Sanitario de 2025, que realiza el Ministerio de Sanidad en colaboración con el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
No obstante, la mayoría se muestra favorable a que se informe al paciente sobre su uso (85,5%) y a que pueda negarse a que sus datos sean utilizados en su desarrollo (77,5%).
En cuanto a cómo se sentiría respecto a algunas acciones humanas pueden ser realizadas en la actualidad por robots o inteligencia artificial, el 49,7% de los encuestados se sentiría incomodo hablando con un asistente virtual durante una consulta médica, frente a un 3% que firma sentirse cómodo.
A la hora de someterse a una operación quirúrgica realizada mediante un robot, un 37% no está cómodo con esa idea; respecto a que la IA interprete las radiografías, solo el 30,8% discrepa complemtamente con esa idea, frente al 6,6% que se siente cómodo; y, finalmente, un 42% rechaza la posibilidad de que un asistente virtual siga la evolución de su enfermedad con IA.
UNO DE CADA 3 HA ACCEDIDO A LA HISTORIA CLÍNICA
Un 32,7% de la población ha accedido a su historia clínica en la sanidad pública, mientras que un 34,4 por ciento desconoce esta posibilidad y un 20,6% no dispone o no sabe utilizar medios digitales como Internet.
Según la encuesta, que se ha realizado a partir de 2.452 entrevistas en abril de este año, el 49,7% de la ciudadanía utiliza algún certificado electrónico para trámites administrativos, lo que facilita el acceso a servicios como la historia clínica electrónica.
El sistema de receta electrónica interoperable del SNS es conocido por el 66,2% de la población, pero solo un 20,3% ha utilizado esta funcionalidad. Además, el 43,2% sabe que su historial clínico puede ser consultado por profesionales sanitarios de otras comunidades autónomas en caso de necesitar asistencia sanitaria.
