MADRID, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
El 25 por ciento de las consultas pediátricas y el 30 por ciento de las visitas a los servicios de urgencias pediátricas se deben a la bronquiolitis, ha manifestado el jefe de Pediatría del Hospital Vithas Nisa Virgen del Consuelo (Valencia), el doctor Javier Miranda.
"Normalmente estos virus originan solamente resfriados, pero en lactantes y bebés, que tienen las defensas poco desarrolladas, el virus progresa y puede afectar también a los pulmones. La mayoría de los niños que presentan bronquiolitis tienen un cuadro leve y sólo algunos tienen que ingresar en un hospital", ha agregado el experto.
La bronquiolitis comienza como un catarro de vías altas, con o sin fiebre, pero a los pocos días se nota un empeoramiento a nivel respiratorio. Hay tos, dificultad al respirar, pitos y sibilancias y un aumento de la frecuencia respiratoria.
Se trata de una infección muy contagiosa causada normalmente por el virus respiratorio sincitial, VRS o SRV, en la que se inflaman los bronquios y los bronquiolos, que son las vías aéreas y conductos más pequeños que llevan el aire dentro del pulmón, respectivamente.
La afección se ataja con una adecuada oxigenación e hidratación del niño, además de con unas medidas preventivas por parte de todas las pesonas que están en contacto con el bebé.
"Para mantener una adecuada hidratación hay que administrar líquidos y ofrecer alimentación en pequeñas cantidades y frecuentemente", ha explicado el doctor Miranda, que ha matizado que los niños con bronquiolitis "tienen poco apetito, se cansan durante las tomas con facilidad y pueden presentar vómitos y atragantamientos".
"Para ayudarles se deben administrar menos cantidad de alimento, pero más frecuentemente ya que en estas condiciones, la ingestión de líquidos, como agua, leche o zumos, es más importante que la de sólidos", ha apuntado el experto.
Además, el doctor Miranda ha incidido en que los antibióticos no resultan eficaces en una bronquiolitis. "Si el niño tiene fiebre se pueden administrar antitérmicos como el paracetamol y el ibuprofeno, en mayores de 6 meses, y si la fiebre sube destaparle o darle un baño de agua templada", ha añadido.
LA RESPIRACIÓN
Los bebés respiran predominantemente por la nariz. Si está obstruida por la mucosidad pueden tener dificultad para respirar. "Por lo tanto, antes de comer y de dormir, si es preciso, se le puede aspirar la nariz, tras administrarle gotas de suero fisiológico en las fosas nasales", ha apuntado el doctor Miranda.
Además, es útil levantar un poco la parte superior del colchón de la cuna poniendo algo debajo, así la mucosidad le bajará un poco y no se le acumulará tanto en la nariz durante el sueño.
"Elevar un poco la cabecera de la cama o la cuna ayuda a respirar algo mejor. También se suele recomendar mantener al niño en posición semiincorporada", ha agregado el experto.
MEDIDAS PREVENTIVAS
En referencia a las medidas preventivas, el experto ha especificado que las personas que presenten una infección respiratoria, aunque sea un simple catarro, deben lavarse las manos frecuentemente, especialmente antes y después de tocar al niño o alguno de los objetos que él utiliza, evitar los besos, utilizar pañuelos de papel desechables, incluso ponerse mascarilla", ha afirmado el doctor Miranda.
"Es también importante evitar los lugares concurridos, especialmente donde haya muchos niños, como guarderías y parques infantiles, evitar ambientes muy cargados, humo de cigarrillos o contaminación ambiental", ha concluido el doctor Miranda.