ZARAGOZA 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Universidad de Zaragoza (UZ) y la Asociación de Enfermos de Patología Mitocondrial (AEPMI) han renovado este martes el convenio de colaboración, firmado hace un año, para continuar con las investigaciones que permitan encontrar fármacos que mejoren las enfermedades mitocondriales, generalmente del tipo neuromuscular, que actualmente no tienen cura.
El objetivo es diseñar moléculas o fármacos capaces de estimular o favorecer la ruta bioquímica que existe en las mitocondrias de las células, encargadas a su vez de generar la mayor parte de la energía necesaria para las actividades de la vida, ha informado la Universidad de Zaragoza en un comunicado.
Las mismas fuentes han explicado que las enfermedades debidas a mutaciones en el ADN mitocondrial "son muy difíciles de diagnosticar y además no cuentan con tratamiento". Dichas mutaciones desencadenan un funcionamiento erróneo de las proteínas, de la ruta bioquímica de la mitocondria y, por tanto, originan enfermedades, casi siempre en los tejidos nerviosos y musculares.
La experiencia de más de 20 años acumulada por el grupo de investigación Biogénesis y Patología Mitocondrial de la Universidad de Zaragoza ha posibilitado el desarrollo de un proyecto de investigación sobre la línea de trabajo denominado 'Farmacogenómica en el campo de la Patología Mitocondrial: Desarrollo y análisis en modelos celulares de drogas que afectan al sistema de fosforilación oxidativa'.
Los investigadores Julio Montoya y Eduardo Ruiz Pesini, del Departamento de Bioquímica, Biología Molecular y Celular de la Universidad de Zaragoza, dirigen este proyecto, tras encontrar una diana en las mitocondrias para intervenir.
En concreto, estos científicos diseñan moléculas necesarias para intentar aumentar la acción mitocondrial y posteriormente realizan los ensayos correspondientes en células en el laboratorio. En este proyecto, colabora el grupo de investigación en Química Farmacéutica de la Universidad de Alcalá, que produce dichos fármacos.
PRIMERA MUTACIÓN
La primera mutación causante de enfermedad en el mtDNA fue descrita en 1988. En 1990, el grupo de trabajo de Biogénesis y Patología Mitocondrial comenzó a estudiar estas enfermedades en España. Este grupo recibe muestras de toda España, del Norte de África, Oriente Medio, Centro y Sudamérica y de algún país europeo.
Actualmente, cuentan con más de 2.500 muestras de pacientes y familiares sospechosos de padecer una enfermedad por mutación en el mtDNA. Aproximadamente, en un 15 por ciento de estas personas se ha podido establecer la causa genética que provoca su enfermedad.
Después de 20 años trabajando en este campo, el grupo de investigación Biogénesis y Patología Mitocondrial de la Universidad de Zaragoza "está convencido de poder aportar algo a la terapia de estas enfermedades", aunque los investigadores aragoneses son conscientes que el hallazgo de una cura todavía requiere mucho tiempo, han apuntado las mismas fuentes.
DOS PROYECTOS
En los últimos años, y bajo la coordinación de Julio Montoya y Eduardo Ruiz Pesini, se han puesto en marcha dos proyectos para la terapia de enfermedades causadas por mutaciones en el ADN mitocondrial (mtDNA).
En uno de ellos, que comenzó el año pasado, se generan líneas de células madre adultas transmitocondriales. En estas líneas celulares, se sustituirían las mitocondrias de una célula que lleva mtDNA mutado por mitocondrias con mtDNA sin mutaciones ya que es más fácil introducir mitocondrias en una célula que DNA en una mitocondria.
Según el profesor Montoya, su grupo tiene una "gran experiencia" en el trabajo con estas células conocidas como cíbridos (híbridos citoplásmicos). En lo que ahora trabaja es en adquirir experiencia en el trabajo con células madre adultas que son células indiferenciadas que se encuentran en los tejidos y que pueden sustituir a las que se van perdiendo.
La segunda aproximación a la terapia que realiza el grupo de investigación aragonés es en la búsqueda de fármacos que pudieran alterar la función mitocondrial. Es para este proyecto para el que la Asociación de Enfermos de Patología Mitocondrial (AEPMI) les ha concedido una subvención.
"Dado que se conocen, a nivel estructural, la mayor parte de componentes del sistema de fosforilación oxidativa, lo que pretenden es desarrollar fármacos que puedan unirse a los lugares activos de este sistema y que puedan modificar las anomalías debidas a la presencia de mutaciones en el mtDNA", han expuesto desde la institución académica.
Para eso, cuentan con líneas celulares que llevan mtDNAs con mutaciones. En estas líneas, se probarán los fármacos seleccionados y se estudiará la función mitocondrial y el estado celular en comparación con las mismas células crecidas en ausencia de los fármacos.