SEVILLA 14 Dic. (EUROPA PRESS) -
El catedrático de Fisiología Médica y Biofísica y director del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS), José López Barneo, destacó que las nuevas instalaciones de este centro de investigación, que funciona desde 2006 en el Hospital Virgen del Rocío, estarán listas el próximo año, si bien precisó que el nuevo edificio "no creo que vea la luz antes del verano".
López Barneo, quien recordó que en un principio el cronograma para la apertura del nuevo edificio se fijó para el último trimestre del presente año, anunció en una entrevista con Europa Press que la entrega de la obra finalizada "está prevista entre finales de este mes y principio de enero".
Con todo, admitió que la operatividad de este edificio, esto es, "con el equipamiento, mobiliario científico y los grupos trabajando en el edificio, sinceramente no creo que esté antes del verano", un extremo que achacó al "retraso" que en este 2009 se ha producido a la hora de repartir los fondos Feder destinados a la investigación.
"Tradicionalmente los fondos Feder se suelen conceder por el mes de junio o julio, aunque este año, no se si debido a la crisis, las partidas se ha retrasado y no se han liberado hasta el mes de octubre", explicó el catedrático de Fisiología, quien aclaró que ese ha sido el motivo fundamental por el que el nuevo edificio destinado para el IBIS "no esté operativo propiamente dicho hasta después del verano".
Sea como fuere, destacó que en lo que a desglose de partidas se refiere en el tema económico "el IBIS está siendo un magnífico modelo a seguir", toda vez que alabó el cumplimiento que, tanto el Instituto de Salud Carlos III, como el CSIC, la Junta de Andalucía y la Univesridad de Sevilla están llevando a cabo en materia económica.
"Es de alabar que, en un contexto de crisis económica en el que nos encontramos, el IBIS no está sufriendo ningún tipo de recorte presupuestario en su obra, equipamiento o capital humano investigador", subrayó.
López Barneo detalló a Europa Press que para la obra civil del nuevo edificio, así como para algunos equipamientos "como el animalario" esta infraestructura se llevará finalmente una inversión que rondará "entre los 10 y los 12 millones de euros".
Junto a dicho montante, destacó otros casi 2 millones de euros para mobiliario científico y procedentes de los fondos Feder, además de alrededor de unos 3 millones de euros más en mobiliario no científico, equipamiento técnico --como centrifugadoras-- e instalaciones científicas de alto nivel "como un laboratorio P3 de alta seguridad", con cargo a los organismos constituyentes del IBIS.
Finalmente, recordó que el IBIS tendrá capacidad para albergar hasta 31 laboratorios y unos 300 investigadores. El IBIS se estructura en cuatro grandes áreas temáticas: el Área de Enfermedades Infecciosas y del Sistema Inmunitario, coordinada por Jerónimo Pachón; el Área de Neurociencias, coordinada por el propio López Barneo; el Área de Oncohematología y Genética, coordinada por José Palacios; y el Área de Patología Cardiovascular, Respiratoria y otras patologías sistémicas, coordinada por Antonio Ordóñez.
Por otra parte, se refirió al III Foro Anual del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas (Ciberned), que concluyó el pasado sábado en Sevilla, y al que han asistido diversos expertos que integran esta red, "compuesta en su conjunto por 63 grupos de investigación, reapartidos por toda España y que en total suman más de un millar de investigadores", enfatizó.
DISTINCIÓN AL MEJOR INVESTIGADOR MENOR DE 35 AÑOS
En el marco de esta reunión, en la que López Barneo adelantó que dejará de ser a partir del próximo año el director del Ciberned "para dedicarme en exclusiva a mi tarea investigadora en el IBIS", se hizo entrega también de una distinción al mejor investigador del Ciberned menor de 35 años, que en esta edición recayó en la joven sevillana María Hidalgo.
En declaraciones a Europa Press, la joven investigadora explicó que este galardón, dotado con una beca de 3.000 euros para poder asitir a un congreso de la especialidad en el extranjero, se le ha concedido por una investigación, en la que también se encuentra Alberto Pascual como primer firmante, sobre la pérdida progresiva de determinadas neuronas en el cerebro que aparecen en las enfermedades neurodegenerativas y que se publicó en 2008 en las revistas especializadas 'Nature' y 'Neuroscience'.
Esta muerte neuronal tiene como consecuencia una alteración de las conexiones entre neuronas, lo que lleva a la aparición de algunos de los síntomas de dichas enfermedades. El GDNF es una proteína que consigue mantener la supervivencia de ciertos tipos neuronales, si bien hasta la fecha no se conoce mucho sobre su mecanismo de acción en las neuronas.
Para estudiar el papel de este factor neurotrófico, este grupo de estudio generó eliminó en ratones la proteína GDNF durante la vida adulta. "Con dicho ratón hemos demostrado que GDNF realmente es imprescindible para la supervivencia de ciertas poblaciones neuronales en el cerebro de los ratones adultos, ya que sin esta proteína se producen pérdidas de neuronas en ciertas regiones del cerebro", agregó.
"Estas regiones afectadas por la falta de GDNF coinciden con las zonas dañadas en la enfermedad de Parkinson, lo que hacen a este modelo animal interesante para el estudio de la biología de estas neuronas", concluyó.