CÓRDOBA 24 Ago. (EUROPA PRESS) -
El balance de actividad del equipo de Tomografía por Emisión de Positrones (PET) del Hospital Reina Sofía en Córdoba señala que desde su entrada en funcionamiento en 2007 se han realizado 3.069 pruebas diagnósticas que ofrecen información detallada de la presencia de células tumorales y su actividad en los pacientes, ya que permite localizar focos de crecimiento celular anormal.
En un comunicado, el jefe de servicio de Medicina Nuclear del complejo sanitario cordobés, José María Latre, apunta que el PET es la herramientas diagnósticas que aporta datos más precisos sobre la masa y extensión tumorales y también para su seguimiento tras el tratamiento médico o quirúrgico.
El especialista indica que una gran cantidad de tumores, en un momento determinado de su evolución, puede precisar la realización de este estudio que ofrece gran precisión en la localización de la zona tumoral afectada y esto ayuda a que se reduzca al mínimo posible el daño en los tejidos circundantes a la hora de aplicar el tratamiento. Generalmente, las imágenes que facilita este equipo de alta tecnología se combinan con las que brinda el TAC a fin de realizar un diagnóstico más preciso.
Las principales indicaciones de esta tecnología se encuentran en el campo de la oncología y resulta muy útil en las patologías que presentan más incidencia. En este sentido, alrededor del 90 por ciento de la aplicación del PET en el Hospital Reina Sofía se asocia a linfomas, cáncer de pulmón y carcinoma colorrectal, mientras que el diez por ciento restante se emplea para el diagnóstico de cáncer de tiroides, cabeza y cuello, vías biliares y melanoma, entre otros. Una de las nuevas indicaciones que se incorporará en los próximos meses permitirá hacer seguimiento del cáncer de mama una vez que el paciente se encuentre en tratamiento.
FLÚOR 18 CON GLUCOSA
La técnica consiste en administrar al paciente una cantidad pequeña de material radiactivo, que es glucosa marcada con flúor 18, y observar su distribución en el organismo. Con mucha facilidad, las células cancerosas captan la glucosa y esto permite conocer qué zonas se encuentran afectadas. Este material radiactivo se elimina por la orina y el sudor, generalmente, con lo que la persona puede incorporarse a su vida normal horas después de someterse a la prueba. La única contraindicación para este estudio, igual que para el resto de los que se llevan a cabo en medicina nuclear, es el embarazo.
La estadística anual muestra un incremento progresivo de las indicaciones para llevar a cabo el PET y de su uso en general. Así, en 2007 se realizaron 32 estudios --pues entró en funcionamiento en octubre--, en 2008 se incrementó hasta las 1.082 pruebas, en 2009 se llegó a las 1.154 pruebas y en los siete primeros meses de este año se han realizado 861.
El servicio de medicina nuclear atiende anualmente a alrededor de 15.000 pacientes para someterse a diferentes pruebas diagnósticas (fundamentalmente gammagrafías, PET y densitometrías) y también se aplican terapias para cáncer de tiroides, linfomas y artritis reumatoide, entre otras.