MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -
Una prueba estándar que evalúa las células sanguíneas puede identificar qué pacientes que ingresan al hospital con COVID-19 se enfrentan a un alto riesgo de enfermar gravemente y morir, segun una investigación un equipo de investigadores del Hospital General de Massachusetts (MGH), con sede en el Centro de Biología de Sistemas del MGH, que publican en la revista 'JAMA Network Open'.
"Queríamos ayudar a encontrar formas de identificar tan pronto y tan fácilmente como sea posible a los pacientes con COVID de alto riesgo que tienen probabilidades de enfermar gravemente y pueden beneficiarse de intervenciones agresivas, y qué pacientes hospitalizados tienen probabilidades de empeorar más rápidamente", explica el autor principal John M. Higgins, investigador del Departamento de Patología del MGH y profesor asociado de Biología de Sistemas en la Escuela de Medicina de Harvard (HMS).
Higgins recuerda que los primeros informes de China indicaron que la respuesta inflamatoria del cuerpo fue extremadamente intensa en algunos pacientes y muy leve en otros. El trabajo anterior de su propio grupo reveló que ciertos cambios en la cantidad y los tipos de células sanguíneas durante la inflamación están asociados con resultados de salud deficientes en pacientes con enfermedades como enfermedades cardíacas, cáncer y diabetes.
"Rápidamente reenfocamos nuestra infraestructura computacional hacia el análisis de la cohorte de pacientes con COVID-19 que estaba creciendo rápidamente en el área de Boston la primavera pasada", explica el primer autor Brody Foy, investigador en Biología de Sistemas en MGH y HMS.
Su análisis incluyó a todos los adultos diagnosticados con infección por SARS-CoV-2 e ingresados en uno de los cuatro hospitales en el área de Boston entre el 4 de marzo y el 28 de abril de 2020. Antes de buscar cambios complicados en las células sanguíneas circulantes en los 1.641 pacientes incluidos en el estudio, los científicos primero buscaron patrones utilizando análisis de sangre actualmente disponibles que se realizan de forma rutinaria.
"Nos sorprendió descubrir que una prueba estándar que cuantifica la variación en el tamaño de los glóbulos rojos, llamada ancho de distribución de glóbulos rojos, o RDW, estaba altamente correlacionada con la mortalidad del paciente, y la correlación persistió al controlar otros factores de riesgo identificados, como la edad del paciente, algunas otras pruebas de laboratorio y algunas enfermedades preexistentes", recuerda el coautor Jonathan Carlson.
Los pacientes que tenían valores de RDW por encima del rango normal cuando ingresaron en el hospital tenían un riesgo de muerte 2,7 veces mayor, con una tasa de mortalidad del 31 por ciento en comparación con el 11 por ciento en pacientes con valores normales de RDW.
Además, un aumento posterior del ADE después de la admisión se asoció con un riesgo aún mayor de morir, lo que indica que se podría rastrear el ADE durante la hospitalización para ayudar a determinar si los pacientes están respondiendo al tratamiento o empeorando.
Los investigadores actualmente están buscando descubrir los mecanismos que causan elevaciones de RDW en casos graves de COVID-19. "Estos descubrimientos podrían apuntar a nuevas estrategias de tratamiento o identificar mejores marcadores de la gravedad de la enfermedad", señala el coautor Aaron Aguirre, cardiólogo y médico de cuidados intensivos del MGH.