MADRID, 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
Un aminoácido barato y fácilmente disponible, llamado GABA, podría limitar los efectos de la COVID-19, según un estudio realizado en ratones y dirigido por investigadores de la Facultad de Medicina David Geffen de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA, Estados Unidos).
En el estudio, publicado en la revista científica 'Frontiers in Immunology', este aminoácido, que se puede adquirir sin receta en muchos países, redujo la gravedad de la enfermedad, la carga viral en los pulmones y las tasas de mortalidad en ratones infectados por el SARS-CoV-2.
Este hallazgo se suma al anterior, según el cual el consumo de GABA también protegía a los ratones de otro coronavirus letal para ratones, el MHV-1. En ambos casos, el tratamiento con GABA fue eficaz cuando se administró justo después de la infección o varios días después, cerca del pico de producción del virus.
Los efectos protectores del GABA contra dos tipos diferentes de coronavirus sugieren que el GABA puede proporcionar una terapia generalizable para ayudar a tratar las enfermedades inducidas por las nuevas variantes del SARS-CoV-2 y los nuevos beta-coronavirus.
Estudios anteriores demostraron que la administración de GABA protegía a los ratones del desarrollo de una enfermedad grave tras la infección con un coronavirus de ratón llamado MHV-1. Para comprobar de forma más rigurosa el potencial del GABA como terapia frente a la COVID-19, estudiaron ratones transgénicos que, al infectarse con el SARS-CoV-2, desarrollan una neumonía grave con una elevada tasa de mortalidad.
"Si nuestras observaciones sobre los efectos protectores de la terapia con GABA en ratones infectados por el SARS-CoV-2 se confirman en los ensayos clínicos, el GABA podría proporcionar un tratamiento disponible para ayudar a mejorar las infecciones con variantes del SARS-CoV-2. El GABA es barato y estable a temperatura ambiente, lo que podría hacerlo amplia y fácilmente accesible, y especialmente beneficioso en los países en desarrollo", ha comentado el autor principal de la investigación, Daniel L. Kaufman.
Los investigadores señalan que el GABA y los receptores del GABA suelen considerarse un importante sistema de neurotransmisores en el cerebro. Hace años, tanto ellos como otros investigadores descubrieron que las células del sistema inmunitario también poseían receptores GABA y que la activación de estos receptores inhibía las acciones inflamatorias de las células inmunitarias.
Aprovechando esta propiedad, los autores demostraron en una serie de estudios de que la administración de GABA inhibía enfermedades autoinmunes como la diabetes de tipo 1, la esclerosis múltiple y la artritis reumatoide en modelos de ratón de estas dolencias.
Otros científicos que estudian los anestésicos gaseosos han descubierto que las células epiteliales del pulmón también poseen receptores GABA y que los fármacos que activan estos receptores podrían limitar las lesiones e inflamaciones pulmonares en el pulmón.
La doble acción del GABA en las células inmunitarias inflamatorias y en las células epiteliales pulmonares, junto con su seguridad para el uso clínico, hicieron del GABA un candidato teóricamente atractivo para limitar las respuestas inmunitarias hiperreactivas y los daños pulmonares debidos a la infección por coronavirus.
En colaboración con sus colegas de la Universidad del Sur de California, el equipo de investigación administró GABA a los ratones justo después de la infección por el SARS-CoV-2, o dos días después, cuando los niveles del virus están cerca de su máximo en los pulmones de los ratones.
Mientras que la gran mayoría de los ratones no tratados no sobrevivieron a esta infección, los que recibieron GABA justo después de la infección, o dos días después, presentaron una menor gravedad de la enfermedad y una menor tasa de mortalidad a lo largo del estudio.
Los ratones tratados también mostraron niveles reducidos de virus en sus pulmones y cambios en las moléculas de señalización inmunitaria circulantes, conocidas como citocinas y quimiocinas, hacia patrones que se asociaron con mejores resultados en los pacientes de COVID-19.
Así, la activación del receptor GABA tuvo múltiples efectos beneficiosos en este modelo de ratón que también son deseables para el tratamiento de la COVID-19.
Los autores esperan que sus nuevos hallazgos proporcionen un trampolín para probar la eficacia del tratamiento con GABA en ensayos clínicos con pacientes de COVID-19. Dado que el GABA tiene un excelente historial de seguridad, es barato y está disponible en todo el mundo, los ensayos clínicos del tratamiento con GABA para la COVID-19 pueden iniciarse rápidamente.
Los autores también sospechan que las propiedades antiinflamatorias de los fármacos activadores de los receptores GABA también pueden ser útiles para limitar la inflamación en el sistema nervioso central que se asocia a la COVID-19 persistente.
De hecho, este enfoque tuvo mucho éxito en sus estudios anteriores sobre la terapéutica de la esclerosis múltiple en ratones, una enfermedad causada por una respuesta inflamatoria autoinmune en el cerebro. Los autores especulan que estos fármacos podrían reducir tanto los efectos nocivos de la infección por coronavirus en la periferia como limitar la inflamación en el sistema nervioso central.