Álvaro Bilbao, neuropsicólogo: "A veces los padres pecamos de ser pesados con nuestros hijos adolescentes"

Archivo - Madre hablando con su hija adolescente.
Archivo - Madre hablando con su hija adolescente. - IVAN PANTIC/ISTOCK - Archivo
Publicado: martes, 26 marzo 2024 8:29

   MADRID, 26 Mar. (EDIZIONES) -

   El tema de la adolescencia está muy de moda y muchos libros hablan de esto, pero hay dos cosas que siempre le han llamado la atención a Álvaro Bilbao, doctor en Psicología, neuropsicólogo, y padre de tres niños, según nos confiesa en una entrevista con Europa Press Salud Infosalus.

   Por eso acaba de publicar con Plataforma Editorial 'Prepárate para la vida', un libro dirigido para los adolescentes, "a partir de los 14 años sobre todo", aunque también "puede servir de guía y de información a muchos padres", y en el que intenta resolver esas dos inquietudes: "Los adolescentes lo pasan muy mal, pero no hablan con sus padres; pero, además, sí tienen interés en conocerse mejor, en saber cómo funciona su cerebro, y en tener información para orientar su vida".

   Consciente de que para muchos padres es difícil lidiar con sus hijos adolescentes, Bilbao sostiene que esto es debido por un lado al desarrollo de su cerebro, aparte de por el cambio hormonal típico de estas fases y que hace que sean más impulsivos, o que tengan más dificultades para controlar su temperamento.

   "Hay cambios en su cerebro que hacen que necesiten más el relacionarse con sus amigos, escuchar poco a sus padres, o tener esa necesidad de asumir riesgos, que es parte del aprendizaje para la vida adulta. También, a los padres nos pilla con el pie cambiado, y no lo esperamos. Es difícil tener un adolescente que no quiere pasar tanto tiempo contigo, que ya no te escucha tanto, que para él ya no eres el papá gracioso y maravilloso que eras cuando tenía 5 años, y que en cierto sentido pasa de ti y te tiene un poco de manía porque le recuerdas los límites y las normas constantemente", remarca este experto.

ORIENTAR A NUESTROS HIJOS PARA EVITAR LAS MALAS COMPAÑÍAS

   Precisamente, uno de los puntos que más inquieta a los padres son las malas compañías de sus hijos, para lo que este experto aconseja dos puntos, primero dar a los hijos siempre un buen trato: "Si toda la infancia y la adolescencia les hemos dado gritos, malas contestaciones, les hemos hecho sentirse de menos, les hemos despreciado con comentarios, es normal que encuentren amigos con los que sienten que lo normal es hacer esas cosas porque es lo que ellos han aprendido que es una relación normal".

   Después, cuando nuestro adolescente entra en una relación tóxica de amigos, de pareja, tenemos que entender que es muy difícil dejar una relación para un adolescente, igual que para nosotros sería muy difícil abandonar nuestra casa: "Las relaciones en los adolescentes es donde van a desarrollar sus aprendizajes sociales, y es importante aquí en lugar de decirles 'no vayas con este amigo' ayudarles a ver cómo se sienten, 'cómo te sientes cuando estés con él que veo que vienes enfadado', y que ellos tomen decisiones".

   Ayuda mucho que tengan varios grupos de amigos, aconseja este neuropsicólogo y padre de tres hijos, y que no se centren sólo en una actividad igualmente, así como el darles tiempo para poder hacer esos cambios. "Seguro que en el patio del instituto hay otro chico que se parece a ti. Búscalo y empieza a hablar con él, porque querrá hablar contigo. Intentar hacerles ver esos puntos de conexión, y buscar gente alternativa con esa capacidad de salir, porque lo importante para el adolescente es dejar una relación sin tener otra amistad", agrega.

¿Y LAS ADICCIONES?

   Enseñar a los niños desde que son pequeños que nosotros como padres y ellos como niños no tienen por qué hacer lo mismo que sus amigos, porque 'nosotros no seguimos lo que tiene que hacer todo el mundo' es de gran ayuda a la hora de que eviten las adicciones. "Nosotros tomamos nuestras propias decisiones como familia", afirma.

   Asimismo, ayudarles a tener una buena autoestima y que no dependa tanto de la valoración externa, de lo que piensen los demás sobre ellos. Aparte, por supuesto, según defiende este psicólogo, de darles una información de calidad sobre las drogas porque, lamentablemente, confiesa que "muchos adolescentes piensan que todo el mundo toma droga", cosa que no es cierta.

   Además, sostiene que muchos jóvenes piensan que la marihuana, como es algo natural, no es mala, y en cambio el tabaco es malísimo porque tiene aditivos: "Hay que desmitificar esa parte, tiene efectos secundarios en todas las estructuras del cerebro y por tanto es una droga de libro, y crea habituación, crea la dependencia, y hay un efecto de tolerancia, cada vez necesitas más dosis para que haga efecto. Afecta mucho a la motivación, al estado de ánimo, a la memoria y a la atención; y es importante que tengan esta información para que tomen las decisiones oportunas".

   En el libro vienen otros mitos como que 'todo el mundo lo hace', o el que 'no tiene efectos secundarios' la toma de drogas desde la primera toma, pero sí que los hay "e incluso muy graves", alienta Álvaro Bilbao.

¿DEBEMOS PECAR DE SER PESADOS Y DE ESTAR ENCIMA DE ELLOS?

   Sí reconoce que "es difícil" tratar a nuestros hijos en esta franja de edad, que en ocasiones los padres podemos ser un poco pesados en la mayor parte de las familias que tienen adolescentes bien adaptados y que están siguiendo los pasos normales de la adolescencia, por ejemplo, entrando en su cuarto sin llamar, o siendo invasivos.

   "Es importante que estos mensajes que repetimos los tengan encima y los vayan interiorizando. Hay otras familias que, por el contrario, son muy permisivos, y a veces familias de clase muy alta le dan a un chaval de 16 años 50 euros para pasar el fin de semana y es algo exagerado. Lo importante es mantener el equilibrio, las normas son importantes, pero también darles espacio, respeto, y no aceptar faltas de respeto, o que haya un abuso de nada, ni de móviles. A un chico de 16 años le puedes dejar fumar, pero cuando salgas con tus amigos, no en casa. Hay que mantener las normas", insiste.

¡LO HACE TODO EL MUNDO!

   Por otro lado, le preguntamos a Álvaro Bilbao sobre cómo podemos fortalecer sus conductas, es decir, si un joven sabe que algo no está bien, pero los demás lo hacen, como convencerles de que no deben hacerlo a pesar de que 'lo haga todo el mundo'; una situación muy frecuente en estas edades.

   Aquí habla este experto de una parte relacionada con la disciplina, con el respeto a los límites y a las normas, relacionado con la educación que recibe cada uno y su carácter: "Hay niños que les encantan las normas porque se sienten seguros con ellas; pero otros les gusta la transgresión y la experimentación, desde los dos años hasta los 40 o más, es un rasgo de carácter".

   Y la otra parte dice que estaría relacionada con cómo los padres hemos configurado las normas de casa, la importancia que les hemos dado, cómo hemos sido capaces de mantenernos firmes.

   Dice que muchas veces va a llegar el momento de que el adolescente con 18 se vaya de fiesta, y tengan que decidir si llevan el coche a pesar de ir borrachos: "Lo que haga nuestro hijo dependerá de ese grado de sentido común, y de esa capacidad de cuidarse y de protegerse. Tendrá más que ver la relación que hemos establecido con el chico, que con lo pesados que hayamos sido".

   Es decir, explica que si hemos sido capaces de estar a su lado, le hemos acompañado cuando estaba enfermo, le hemos preguntado por sus deberes, le hemos ayudado cuando ha estado triste, o un compañero le ha hecho una faena, o bien nos hemos puesto serios cuando tenía que estudiar, y los padres han estado ahí, "si mi amigo me dice que me monte borracho, tengo pruebas de realidad de que mis padres se preocupan por mí y quieren lo mejor para mí; esa relación con los padres es fundamental para que nos hagan caso".

POR QUÉ NO NOS CUENTAN LAS COSAS

   Otra de las quejas frecuentes de los padres es que los hijos no les cuentan las cosas, para ello, Bilbao ve importante tener una relación "abierta y fluida" en la familia, aunque reconoce que es normal que puedan tener algún secreto hacia los padres, y que en cierto sentido quieran proteger la intimidad de sus amigos si hacen alguna faena. "Pero si hemos sido abiertos y nos abrimos y contamos nuestras cosas poco a poco ellos nos irán contando", asegura.

   El modelo de interrogatorio no funciona en los adolescentes, prosigue, y aventura que con éste se cierran; ahora bien, sí confía en que, si les dejamos tiempo y escuchamos lo poco que nos quieran contar, cree que seguro otro día nos dejarán caer otra cosa.

   "Sé temas que están pendientes, que están ahí, pero les voy dando espacio para poder ir sacando, y siempre en momentos de conexión, cuando salimos a dar un paseo, o cuando me ayudan a poner la mesa, o vamos en el coche al pediatra, o a casa de algún amigo, igual suelto cosas como quien no quiere la cosa y si en ese momento están abiertos a comunicarse lo harán, pero si saco la lámpara y les hago interrogatorio el próximo día no me darán ni media pista. Es muy importante la conexión con ellos", aclara.

AYUDARLES A TOMAR BUENAS DECISIONES EN SU VIDA

   En último lugar, considera Álvaro Bilbao que para ayudarles a tomar buenas decisiones en su vida es vital proporcionarles capacidad de autocontrol y paciencia, sobre todo para los más impulsivos; y en general para los que no son tan impulsivos cree que es fundamental que escuchen sus emociones, "sus tripas".

   "Sabemos que los adolescentes están muy influidos por sus padres para tomar una decisión con respecto a los estudios y carrera son los más insatisfechos con lo que estudian. Más que decirles lo que tienen que hacer, les debemos ayudar a escuchar lo que su cuerpo les dice que les motiva, qué les llama la atención, o les hace sentir bien", subraya.

   Ojo, e igual que con una relación de pareja, afirma este experto: "Más que decirles que 'este chico no me gusta para ti', preguntarles cómo se sienten con esa persona con la que mantienen una relación porque parece que después de estar con ella estás mal. Es primordial escuchar tus emociones y ayudar a los adolescentes a entender sus emociones es lo que más les va a ayudar a tomar buenas decisiones".

   Este autor es famoso por 'El cerebro del niño explicado a padres', un libro que ha sido traducido a más de 24 idiomas, con mucho éxito, dice que escribirá la versión de adolescentes, 'el cerebro del adolescente explicado a padres', cuando sus propios hijos superen esta etapa de la vida.

   "Es un libro que está esperando. En este momento siento que los adolescentes necesitan palabras de aliento, una información clara y de calidad sobre cómo hacerse más resistentes, sobre cómo poder tomar mejores decisiones, o cuidar de su salud mental. 'El cerebro de los adolescentes' llegará cuando mis hijos sean mayores, y hayan pasado por la adolescencia. Aunque tengo experiencia clínica, no tengo la experiencia doméstica", concluye.