Acabar con el dolor de la colitis ulcerosa: descubren en papel de la flora intestinal

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Publicado: martes, 22 julio 2025 7:49

   MADRID, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -

   Investigadores de la Universidad de Osaka (Japón) revelan en un nuevo estudio publicado en 'Science Immunology' que la flora intestinal trabaja en combinación con el gen OTUD3 mutado y la señalización STING para agravar la colitis ulcerosa. Este hallazgo puede ser clave para aliviar el dolor en esta patología.

   La colitis ulcerosa (CU) causa sufrimiento a millones de personas en todo el mundo. Afecta el intestino grueso, causando dolor, cólicos y evacuaciones intestinales frecuentes con diarrea sanguinolenta. Aunque algunas personas pasan por periodos de bienestar, la enfermedad reaparece repentinamente, provocando otro ciclo de dolor, diarrea y pérdida de peso. Actualmente no existe cura.

   La flora intestinal desempeña un papel vital en la CU, pero su función exacta no está clara. En personas sanas, la flora intestinal contiene una amplia variedad de microbios que facilitan la digestión y aportan beneficios a todo el organismo. Por el contrario, la flora intestinal de las personas con CU está desequilibrada, con menos microbios beneficiosos y más microbios dañinos. Esta afección se conoce como disbiosis.

   El equipo de investigación multiinstitucional dirigido por la Universidad de Osaka revela que una combinación de disbiosis, mutaciones del gen OTUD3 y la señalización STING agrava la CU. Estas mutaciones específicas del gen OTUD3, conocidas como variantes de un solo nucleótido o SNP, se consideran un factor de riesgo para la CU.

   La clave del descubrimiento del equipo residió en el estudio de la flora intestinal de personas sanas y de personas con CU. "Trasplantamos la flora intestinal de individuos sanos y de pacientes con CU a ratones con OTUD3 mutante y a ratones con OTUD3 normal. Los únicos ratones que desarrollaron síntomas de CU fueron los ratones con OTUD3 mutante que recibieron la flora de CU", apunta Bo Li, autor principal del estudio.

   Los investigadores buscaron entonces la relación entre la disbiosis y la mutación del gen OTUD3. La respuesta residía en STING, una proteína que es activada por los microbios de la flora intestinal cuando el gen OTUD3 está mutado.

   "Descubrimos que la disbiosis en personas con CU provoca la activación de la señalización STING, lo que provoca inflamación en el colon. Al trasplantar la flora intestinal de la CU a ratones mutantes OTUD3 sin el gen STING, no observamos síntomas de CU", explica Li. Los resultados del equipo de investigación muestran que los genes y el ambiente intestinal trabajan juntos en la CU, y que ambos pueden ser importantes en la búsqueda de nuevos tratamientos para la CU.

   "Logramos dilucidar el mecanismo de aparición y agravamiento de la CU, que implica mutaciones del gen OTUD3 y alteraciones en la flora intestinal", concluye la autora principal, Hisako Kayama. "Nuestro estudio sugiere que la disbiosis y la señalización de STING podrían ser dianas terapéuticas para la CU. Esperamos que nuestros resultados conduzcan a un mejor diagnóstico y un tratamiento individualizado de la CU".

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