70 años de la primera operación a corazón abierto: ¿Cómo fue? ¿Cómo ha evolucionado?

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Archivo - Corazón. - NATALI_MIS/ISTOCK - Archivo
Actualizado: miércoles, 10 mayo 2023 16:39


MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -

La Sociedad Española de Cirugía Cardiovascular y Endovascular (SECCE), en colaboración con la Asociación Española de Perfusionistas (AEP), ha celebrado el 70 aniversario de la primera cirugía cardíaca con circulación extracorpórea (CEC) de la historia en un homenaje llevado a cabo este martes.

Esta primera intervención la llevó a cabo el doctor John H. Gibbon el 6 de mayo de 1953, en el Jefferson University Medical Center de Filadelfia (EEUU), y la hizo posible la máquina de CEC, inventada por él, y que hoy salva cerca de 20.000 vidas al año solo en España.

Hace poco más de 70 años no existía la circulación extracorpórea, el aparato de bombeo y oxigenación que permite a los cirujanos monitorizar y ajustar parámetros como la perfusión de los tejidos, la temperatura, la presión arterial o la saturación cerebral de oxígeno; ni tampoco la cirugía a corazón abierto.

"Pero la idea de poder sustituir el corazón enfermo por otro biológico, o por una máquina, ha sido un sueño desde mucho antes", ha destacado el jefe de servicio de cirugía cardíaca del Complexo Hospitalario Universitario A Coruña (CHUAC), José Cuenca.

Hoy en día, la CEC (también conocida como bypass cardiopulmonar) es "absolutamente cotidiana" en la especialidad de Cirugía Cardiovascular, ya que se emplea en la mayor parte de las intervenciones sobre el corazón y los grandes vasos.

"Lo que hizo Gibbon fue casi sobrehumano en esa época. Tuvo que descifrar todos los aspectos de la circulación artificial que ahora se dan por sentados: cómo drenar la sangre del cuerpo, cómo bombearla de nuevo, cómo oxigenar la sangre venosa; cómo evitar la coagulación de la sangre en contacto con los circuitos", ha explicado el jefe de cirugía cardiovascular del Hospital Universitario de Pensilvania (Penn Medicine), en Estados Unidos, Joseph E. Bavaria.

Bavaria ha visitado España para participar ayer en el acto de homenaje organizado por la SECCE. "Después de lograrlo, Gibbon dejó de hacer cirugías cardiacas porque decía que ya había visto morir a demasiada gente", ha añadido, en referencia a su labor como médico voluntario en la 2 Guerra Mundial y de los cuatro pacientes a los que no pudo salvar con su idea antes de conseguirlo con el quinto.

LA PRIMERA CEC EN ESPAÑA

La primera cirugía a corazón abierto con la máquina corazón-pulmón en España la llevó a cabo el joven cirujano cardiovascular Gregorio Rábago Pardo, director de la Clínica Nuestra Señora de la Concepción en Madrid (actual Fundación Jiménez Díaz) el 10 de diciembre de 1958.

Su hijo, Gregorio Rábago, director del servicio de Cirugía Cardiovascular de la Clínica Universitaria de Navarra, ha rememorado que "ese día había 18 profesionales en el quirófano, que tuvieron meses de entrenamiento previo".

El paciente era un joven de 20 años con estenosis pulmonar --afección ocasionada por un bloqueo del flujo sanguíneo desde el ventrículo derecho hacia la arteria pulmonar--. La cirugía duró 10 horas, y el paciente salió bien de la UCI pero, al cabo de 5 días, falleció en el hospital de una hemorragia suprarrenal. "El joven tenía antecedentes de tuberculosis", ha explicado Rábago.

La máquina de CEC que se usó fue donada por la Fundación del Amo- creada por el médico, filántropo y diplomático español nacionalizado estadounidense Gregorio del Amo, y su precio en la época fue de 200.000 pesetas.

"El oxigenador era un 'key cross' desarrollado en Estados Unidos que era tremendamente engorroso, con 59 discos de acero inoxidable que giraban a una velocidad de 120 revoluciones por minuto", ha explicado Rábago.

"Del equipo que la realizó quedan solo dos personas vivas, mayores de 90 años. Una es el jefe de Cardiología de la Clínica de la Concepción en esa época, Pedro Rábago, primo de mi padre, y la otra es el cirujano Miguel Urquía, que fue el perfusionista en esa intervención", ha expresado.

Para el experto, lo más importante de este hito fue que marcó un antes y un después en la cirugía cardiovascular, dando lugar a la especialidad como se la conoce hoy. "En diciembre de 1967 se hace el primer trasplante de corazón, de modo que en 14 años se pasa de no poder entrar en el corazón a poder cambiarlo", ha destacado.

EL FUTURO DE LA CIRUGÍA CARDIOVASCULAR

Aunque nunca se ha dejado de perseguir el lograr un corazón artificial total, las investigaciones en esa línea han mostrado que la sustitución completa de este órgano es muy compleja, ya que los materiales que se usan son altamente contaminables y provocan infecciones en los pacientes.

Sin embargo, el ámbito donde hay una mayor evolución es la asistencia ventricular de corta, media y larga duración, que son dispositivos que pretenden ayudar a que funcione mejor el corazón.

"Hoy en día no tenemos una buena alternativa de corazón artificial total. De hecho, solo hay uno, 'SynCardia TAH', de fabricación norteamericana, aprobado para su implantación en la Unión Europea y Norteamérica", ha señalado Cuenca.

Sin embargo, ha destacado los "muy buenos dispositivos de asistencia ventricular". "Estamos ya en la tercera generación de desarrollo tecnológico. Actualmente son tan pequeños que se pueden alojar en el tórax del paciente. Tan solo sale un tubito no más grande que un dedo meñique que conecta con un ordenador (del tamaño del móvil) que va conectado a unas baterías que el paciente lleva en un chaleco o un bolso pequeño. Además, permiten una vida bastante activa, ya que las baterías tienen ocho horas de independencia", ha añadido.

Estos dispositivos se usan tanto como puente al trasplante --por ejemplo, para pacientes que han tenido un cáncer, que en 5 años no se pueden trasplantar-- como en forma de terapia de destino (definitiva) en pacientes de más de 70 años o alguna enfermedad que no es modificable.

Dado el liderazgo mundial de España en trasplantes, el uso es del 70 por ciento en el primer caso y un 30 por ciento en el segundo, aunque estos porcentajes están cambiando. "Según datos del registro español de dispositivos de asistencia de larga duración, Regalad, el número de implantes de dispositivos de asistencia ventricular al año está en claro crecimiento, solo interrumpido por la pandemia de Covid-19", ha señalado el especialista.