MADRID 8 Mar. (EUROPA PRESS) -
La utilización repetida de anestesia con isoflurano, uno de los componentes más comunes de la modalidad inhalada, incrementa el riesgo de desarrollar Alzheimer en personas con predisposición genética de padecer esta enfermedad, aunque es segura para sujetos sanos, según un estudio realizado por el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED) y publicado 'Journal of Alzheimer's Disease'.
Este equipo de investigadores, coordinado por los doctores Maria Ángeles Mena y Justo García de Yébenes, ha demostrado así la existencia de un posible mecanismo para desarrollar Alzheimer apuntado ya por varios estudios epidemiológicos, que habían mostrado un aumento de la prevalencia de esta patología en pacientes sometidos a anestesia y cirugía.
La investigación se basó en la aplicación de anestesia repetida --dos veces por semana durante tres meses-- en ratones normales y en ratones con mutaciones que producen la enfermedad de Alzheimer (denominados 'APPswe') de entre 7 y 10 meses de edad. Las alteraciones producidas en el cerebro de los ratones mutados fueron muy similares a las que se observan en el de los pacientes que ya han desarrollado Alzheimer.
La aplicación de anestesia repetida en ratones alterados genéticamente aumentó su índice de mortalidad. Estos animales demostraron una menor sensibilidad, una vez que finalizó el efecto de la anestesia y también aumentó su tiempo de recuperación.
Asimismo, les produjo trastornos persistentes en el comportamiento; aumentó la muerte neuronal en áreas cerebrales fundamentales para las funciones cognitivas y también la respuesta de las células inflamatorias cerebrales y el depósito de amiloide. Además, produjo anomalías de los sistemas de procesamiento de las proteínas alteradas.
"CONTROLAR EL RIESGO DEL PACIENTE"
Según el doctor Justo García de Yébenes, a la luz de estas conclusiones, los estudios que se realizan antes de una cirugía con anestesia "deberían incluir sencillas pruebas genéticas para determinar si existe o no predisposición genética a desarrollar la enfermedad de Alzheimer a fin de utilizar la anestesia adecuada, ya que las pruebas hematológicas y de alergología que tradicionalmente se efectúan para detectar posibles incompatibilidades no son suficientes para controlar el riesgo médico del paciente".
La instauración de análisis genéticos previos del paciente que, por sus antecedentes, pudiera presentar una mayor predisposición a padecer esta enfermedad sería, por tanto, un método fundamental para prevenirla. Esto implicaría la necesaria implantación de un modelo médico personalizado que permitiera reducir el potencial riesgo del paciente.
Este estudio, titulado 'La anestesia con isoflurano incrementa las anomalías de conducta y la patología amiloide de la Enfermedad de Alzheimer en ratones', participaron también los investigadores Juan Perucho; Isabel Rubio, María J. Casarejos; Ana Gómez; José A. Rodríguez-Navarro; Rosa M. Solano, del Departamento de Neurobiología y Neurología del Hospital Ramón y Cajal de Madrid.
UN 75% MÁS DE PACIENTES CON ALZHEIMER
La enfermedad de Alzheimer suele ser la principal causa de demencia en personas mayores de 65 años. Actualmente, entre 350.000 y 400.000 personas en España padecen esta enfermedad, una patología neurodegenerativa para la que no existe prueba diagnóstica específica, aunque sí existen algunos tratamientos eficaces para mejorar los síntomas.
No obstante, hasta ahora ninguna terapia ha conseguido detener o revertir el proceso, por lo que su evolución es progresiva. Por tanto, la previsión que manejan los investigadores es que, en un plazo de 25 años, los enfermos de Alzheimer en España hayan aumentado en torno al 75 por ciento. Pérdida de memoria, problemas al expresarse, ausencia de capacidad para decidir y del discernimiento son algunos de sus características.
El Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED) es uno de los centros de referencia en España en investigación sobre enfermedades neurodegenerativas (END), como Alzheimer, Parkinson o Huntington. Creado en 2006, su principal objetivo es favorecer la investigación biomédica básica, la investigación clínica y la epidemiológica, así como potenciar que la investigación que se desarrolla en los laboratorios pueda concretarse y llegar al paciente.