MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
Una investigación de la Universidad de Harvard en Boston (Estados Unidos) sugiere que el uso extendido de fármacos antivirales durante una pandemia daría lugar a un riesgo importante de que se produzca resistencia y cepas de gripe resistentes provocando la enfermedad en un gran número de personas. Esto podría contrarrestar los beneficios de los fármacos antivirales aunque no es probable que dichos beneficios se eliminen por completo. Las conclusiones de la investigación se publican en la revista digital 'PLoS Medicine'.
Los investigadores partieron de un modelo matemático que imitaba la expansión de la gripe y después establecieron un conjunto de supuestos en la computadora. Estos incluían información sobre la tasa de transmisión de gripe de una persona a otra; qué proporción de personas recibiría los fármacos antivirales como profilaxis o tratamiento; con qué probabilidad los fármacos tendrían éxito como tratamiento o profilaxis; y en qué proporción de personas el virus se volvería resistente a los fármacos.
Los resultados mostraron tres predicciones principales. En primer lugar, el modelo señaló que el uso extendido de los fármacos antivirales como el oseltamivir conduciría rápidamente a la extensión de virus resistentes, incluso si las cepas resistentes surgían con poca frecuencia.
En segundo lugar, incluso con las cepas resistentes circulando, la profilaxis y el tratamiento con oseltamivir seguirían retrasando el inicio de la pandemia y reduciría su tamaño total.
Por último, las intervenciones en las que no se utilizaran fármacos, como el aislamiento social o el cierre de los colegios, podrían reducir más el número de casos, pero se produciría una mayor proporción por cepas resistentes si se tomasen estas medidas de control.