MADRID 25 Abr. (EUROPA PRESS) -
Unicef recuerda, con motivo de la celebración este lunes del Día Internacional Contra la Malaria, que esta enfermedad provoca la muerte de 2.000 niños al día y que, en cifras totales, es todavía la tercera causa de mortalidad infantil en el mundo.
La malaria es una patología prevenible y evitable y algunos estudios han demostrado que cuando un niño duerme cada noche con una mosquitera tratada con insecticida la mortalidad infantil se puede reducir hasta un 20 por ciento.
Sin embargo, esta enfermedad mata cada año a alrededor de 800.000 personas y cientos de miles de niños, principalmente en África, fallecen debido a la falta de estas mosquiteras y de tratamiento en las primeras 24 horas tras la aparición de los síntomas.
"Conocemos formas efectivas para combatir esta enfermedad mortal y debemos usarlas para salvar vidas", asegura el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, que advierte de que esperar seis horas para conseguir tratamiento puede suponer la muerte de un niño enfermo.
Además, la lucha contra la malaria no sólo salva las vidas de los niños, sino que aporta muchos otros beneficios sanitarios y económicos. Por ejemplo, la eliminación de la malaria alivia la carga de los centros sanitarios.
También, reducir la malaria mejora la salud de las madres embarazadas y posteriormente la salud de sus hijos y puede reducir también las muertes por desnutrición, ya que las personas más débiles tienen más posibilidades de morir si contraen la enfermedad.
"No podemos dejar a unos niños expuestos a la malaria y a otros a salvo. Ya sea con mosquiteras tratadas con insecticida, con un diagnóstico apropiado o un tratamiento efectivo, el reto es proteger y cuidar a cada niño que esté en peligro", asevera Lake.