MADRID 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) ha iniciado una campaña para concienciar sobre importancia de controlar los factores de riego y el diagnóstico precoz de la apnea obstructiva del sueño, con motivo del Día Nacional de la Apnea del Sueño, que se celebra el próximo 21 de septiembre.
Actualmente, se calcula que puede haber más de un millón de personas en España sin diagnosticar ni recibir tratamiento. Por este motivo, la SEORL-CCC, a través de su Comisión de Roncopatía y Trastornos del Sueño, ha puesto en marcha esta campaña que se puede ver en su web (www.seorl.net).
"La obesidad es uno de los principales factores de riesgo para padecer el síndrome de apnea-hipopnea del sueño (SAHS), seguidos del tabaco y el alcohol, aunque también influyen los aspectos anatómicos de la persona", indica la doctora Marina Carrasco, presidenta de la Comisión de Roncopatía y Trastornos del Sueño de la SEORL-CCC.
Aunque tanto el ronquido como el SAHS pueden darse en personas no obesas, existe una relación directa entre la obesidad y el colapso de la vía aérea, no solo un factor de riesgo, sino agravante.
En los pacientes obesos producimos un estrechamiento de las vías aéreas y un exceso de carga mecánica debido al aumento de la grasa depositada en las paredes faríngeas y en la lengua lo cual hace disminuir el volumen de la luz. Además, hay una compresión externa de las masas de grasa localizadas superficialmente que sobrecarga la función de los músculos. Por otro lado, el depósito graso localizado entre las fibras musculares de la faringe contribuye a reducir su capacidad de contracción.
También hay que tener en cuenta que, el volumen pulmonar, uno de los factores importantes que favorecen la tensión de los músculos faríngeos, está disminuido en los pacientes obesos, especialmente en la posición de supino. "Todo esto hace que la vía aérea se cierre durante el sueño y baje el oxígeno de la sangre porque el aire no puede llegar a los pulmones", subraya.
Otros factores de riesgo general que aumentan las posibilidades de sufrir esta patología son el alcohol, el tabaco y la toma de ciertos fármacos. "Además, sabemos que es más frecuente en los varones, pues las mujeres presentan una mayor resistencia faríngea que los hombres y la prevalencia se incrementa con la edad en ambos sexos", apunta la doctora Carrasco.
El síndrome de apnea obstructiva del sueño se define por la aparición repetitiva de apneas o hipopneas durante el sueño de tipo obstructivo por colapso de la vía aérea superior.
En los adultos, el signo más determinante es la somnolencia diurna excesiva. También pueden aparecer otros síntomas como cefaleas matutinas, sensación de sueño no reparador, trastornos de la conducta y de la personalidad, como depresión o irritabilidad, y hasta alteraciones sexuales con impotencia.
Además, como consecuencia del cansancio diurno, puede haber un aumento de la siniestralidad laboral y en carretera, y la disminución de la concentración en el trabajo. Por la noche, el síntoma más frecuente es el ronquido que se suele acompañar de paradas de la respiración. En este sentido, agrega, "debemos olvidar la falsa creencia de que cuando alguien ronca está durmiendo bien.
Según datos de la SEORL-CCC, el síndrome de apnea obstructiva del sueño afecta al 10% de los niños, porcentaje que se eleva al 15% en los menores de siete años. "El problema de la obesidad también puede elevar esas cifras. Por otro lado, la mayoría de los niños no están diagnosticados de forma correcta porque en ellos no suelen hacerse pruebas de sueño, por un lado, debido a las poligrafías cardiorrespiratorias no están validadas; y por otro, por las listas de espera para las polisomnografías", advierte la doctora Carrasco.