MADRID 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) ha subrayado la importancia de que la sanidad española cuente cuanto antes con los test rápidos para detectar la presencia del nuevo coronavirus, si bien ha asegurado que la técnica del PCR debe ser la de referencia porque es la "más útil" para diagnosticar el Covid-19, la enfermedad causada por el virus.
Así se ha pronunciado la organización en un documento de posicionamiento en el que analizada las pros y contras de ambas técnicas, y se destaca la importancia de que, en el actual escenario de transmisión del coronavirus, se realice un diagnóstico rápido a nivel hospitalario para detectar, aislar y tratar "rápidamente" a los pacientes infectados.
Los ensayos microbiológicos más utilizados son las pruebas basadas en la detección de ácidos nucleicos y las pruebas basadas en la reacción antígeno-anticuerpo, dentro de las cuales se pueden diferenciar aquellas que detectan antígenos en la muestra del paciente por reacción en cadena de la polimerasa (PCR), y las que detectan anticuerpos (IgM/IgG).
La primera, según ha informado la organización es la "más útil" para el diagnóstico de este proceso porque detecta la presencia del virus en muestras nasofaríngeas desde los primeros momentos de la infección; permite estudiar un gran número de pacientes por la posible automatización de los procedimientos; es más sensible y específica que los otros métodos disponibles; y los laboratorios de Microbiología clínica disponen de la infraestructura necesaria para su realización.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó que se considerara un caso como probable cuando se detectara la presencia de un gen del nuevo coronavirus, denominado SARS-CoV-2, y señaló que para establecer un caso como definitivo se debía confirmar la detección de otro gen de este virus.
En este punto, ha destacado que en caso de realizarse la detección de los dos genes de forma secuencial, si hubiere escasez de reactivos y con objeto de aumentar la rapidez diagnóstica y teniendo en cuenta la elevada carga de enfermedad del proceso en nuestro medio, se debería hacer la prueba confirmatoria sólo cuando la situación clínica lo requiera o los resultados del primer estudio fuesen dudosos.
Por ello, ha avisado de que la interpretación de la PCR se debe hacer con prudencia dentro del contexto clínico, sobretodo cuando esta es negativa, y ha informado de que los falsos negativos pueden aparecer cuando se toma de manera inadecuada la muestra, hay un retraso en el transporte, se produce un error preanalítico en el etiquetado de la muestra a lo largo del proceso, o hay poca eliminación de virus por el paciente por el estadio del proceso o por la gravedad del mismo.
Para evitar estos errores, la organización ha recomendado incidir en la formación continuada del personal sanitario implicado en la recogida, transporte y procesamiento de las muestras. Además, en caso de elevada sospecha clínica y resultado negativo de la PCR su interpretación debe hacerse con prudencia, ha aconsejado repetir el estudio.
En cuanto a los falsos positivos, SEIMC ha explicado que se pueden producir por un error preanalítico en el etiquetado de la muestra a lo largo del proceso, o por la contaminación cruzada entre muestras durante el procesamiento. Para evitar estos errores, ha abogado por contratar personal con experiencia en Microbiología Molecular e incidir en la formación continuada del personal sanitario implicado.
El procedimiento de PCR consta de dos partes, la extracción de ácidos nucleicos y la reacción de amplificación. "Lo ideal es que ambos procesos estén automatizados para disminuir errores y aumentar la rapidez diagnóstica de todo el proceso", ha subrayado.
En pocos días se van a comercializar sistemas rápidos de PCR (menos de una hora) que permitirán el diagnóstico rápido y correcto de los pacientes. Por ello, la SEIMC ha abogado porque los laboratorios tengan acceso a ellos y dispongan de los fungibles y aparatos necesarios para su puesta en marcha de forma inmediata.
Respecto a las pruebas que detectan los antígenos, la organización ha informado de que no existen muchos estudios publicados que demuestren los indicadores de sensibilidad y especificidad de la detección de antígeno del nuevo coronavirus en frotis nasofaríngeo. Sin embargo, apostilla, por los estudios descritos parece ser que la carga viral es superior en fosas nasales que en orofaringe y que en los primeros días de la infección la carga viral oscila entre 104 y 108 copias de ARN/ml.
Las ventajas que presenta son que tiene una sensibilidad adecuada, la cual puede aumentarse si se acopla una detección fluorimétrica; y que los ensayos de immunocromatografía suelen generar resultados en unos 15 o 30 minutos. No obstante, es "difícil" procesar muchas muestras en un corto periodo de tiempo.
"Existen formatos que requieren lectura fluorescente y que están pendientes de ser evaluados", ha apostillado la SEIMC, tras informar de que ya hay en el mercado internacional, y "muy pronto en España", pruebas de detección de anticuerpos IgM e IgG en sangre en la misma prueba en formato de inmunocromatografía.
Ahora bien, dado a la incertidumbre que se ha generado en varios ensayos, la organización ha comentado que deberían posicionarse como ensayo de aplicación en la fase de diagnóstico rápido en pacientes con un tiempo medio de evolución de los sistemas del Covid-19.
APLICACIÓN DE LAS TÉCNICAS CITADAS
A nivel hospitalario las muestras que se reciben se pueden estratificar en dos tipos de poblaciones: pacientes en Urgencias con infección respiratoria aguda y personal sanitario en contacto con los pacientes. En este sentido, y dado la escasez de material, SEIMC ha asegurado que en esta última población solo se debería hacer cuando la persona presente sintomatología y de forma prioritaria para favorecer su reincorporación al trabajo.
"Entre las pruebas rápidas, la detección de IgM/IgG presenta una serie de desventajas por lo que su aplicación puede ser limitada y debe ser complementaria a la RT-PCR. Mientras que la detección de antígeno podría tener una aplicación en aquellos casos que se desea un diagnóstico rápido, sobretodo porque presenta un valor predictivo positivo elevado. Aunque posteriormente se debería hacer PCR si la detección de antígeno fuese negativa y existe una alta sospecha de COVID-19", ha detallado.
Del mismo modo, ha llamado la atención sobre las muestras de pacientes que permanecen en sus domicilios o aquellos que viven en centros socio sanitarios. Respecto a los primeros, y en especial los que se encuentran asintomáticos o con una clínica respiratoria leve, SEIMC ha comentado que el abordaje diagnóstico puede no contemplar necesariamente la realización de un test molecular o de respuesta rápida atendiendo además al confinamiento propio del paciente.
"Aunque no hay una solución clara al respecto, el uso de pruebas basadas en la detección de antígenos virales concomitante o no a la detección inmunocromatográfica de anticuerpos frente al virus (IgG o IgM) se postula como una solución pragmática, una vez comprobado que dichos ensayos tienen valores de sensibilidad y especificidad adecuados", ha explicado.
Respecto a pacientes ingresados en centros socio sanitarios, ha subrayado la importancia de conocer qué pacientes están infectados con SARS-CoV-2 con la mayor celeridad, considerando, por un lado, que es la población más vulnerable y por otro lado, la rápida diseminación del virus en estas ubicaciones.
"Ello obliga a detectar con prontitud y fiabilidad aquellos portadores del virus. Posiblemente el uso de un test molecular se postula como la mejor solución para estos casos", ha zanjado.