MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
Ratones macho que fueron alimentados con una dieta alta en grasas y se convirtieron en obesos eran más propensos a tener descendencia que también poseían niveles más altos de grasa corporal, según nuevo estudio de la Universidad de Ohio, en Estados Unidos. El efecto se observó principalmente en la descendencia masculina, a pesar de consumieran una dieta baja en grasas, como explicarán sus autores en la reunión anual de la Sociedad Endocrina que se celebra en San Francisco.
"Hemos identificado una serie de características que pueden afectar el metabolismo y el comportamiento de los hijos que dependen de la dieta que llevaba el padre antes de la concepción", resumió Felicia Nowak, profesora asociada de Ciencias Biomédicas en Universidad de Ohio y auotra principal del estudio.
Los investigadores señalan que la epigenética, la forma en la que los genes se expresan como oposición a las mutaciones en el ADN que son "cableadas en los genes", como una posible causa de estos rasgos heredados. Debido a que la expresión de genes se ve afectada por factores ambientales y el estilo de vida, este hallazgo sugiere que los individuos con padres obesos pueden ser capaces de abordar de manera proactiva los problemas de salud.
El efecto de la dieta y el peso de los padres de los niños ha sido bien establecido en los seres humanos, explicó Nowak, pero los científicos han estado estudiando el tema en ratones para aprender más sobre los mecanismos biológicos detrás de este fenómeno. El equipo de la Universidad de Ohio estudió el impacto de la dieta alta en grasas sólo en ratones machos padres, ya que la mayoría de las investigaciones anteriores se habían centrado en ratones hembra madres.
Para realizar el estudio, los investigadores alimentaron a ratones machos con una dieta alta en grasas durante 13 semanas antes de la concepción y sus compañeras femeninos fueron alimentadas con una dieta baja en grasa compatible. Sus descendientes machos y hembras fueron alimentados con una dieta estándar baja en grasa y analizados a los 20 días, seis semanas y seis y 12 meses.
En comparación con los hijos de los ratones de control (que fueron alimentados con un dieta baja en grasas), los hijos varones de los ratones con obesidad inducida por dieta tenía mayor peso corporal a las seis semanas de edad, además de ser obesos a los seis y 12 meses. La descendencia masculina de padres obesos tenía diferentes patrones de composición de grasa corporal, un marcador para la salud y la propensión a la enfermedad, que los ratones de control.
Los investigadores se sorprendieron, sin embargo, al ver que la descendencia de los ratones obesos paternos también eran más activa físicamente. A las seis semanas, las crías machos voluntariamente corrieron más y sus hermanas mujeres demostraron el mismo comportamiento a los seis y 12 meses. El equipo de Nowak está estudiando las posibles causas de este comportamiento, lo que podría compensar el aumento de la grasa corporal y reducir el riesgo de la descendencia de enfermedades metabólicas como la diabetes y enfermedades del corazón.
En la siguiente fase de la investigación, el equipo tratará de identificar los genes responsables de los cambios fisiológicos y de comportamiento. Esto, a su vez, puede aportar información a los médicos sobre los posibles factores epigenéticos en la obesidad humana.
"La detección temprana y la predicción de riesgo de obesidad, diabetes y enfermedades relacionadas permitirán a las personas y trabajadores de la salud retrasar o prevenir las discapacidades relacionadas y aumentar la esperanza de vida", concluyó Nowak.