MADRID, 20 May. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial (SEDO) ha advertido de la compra de alineadores transparentes a través de Internet, ya que "sin la adecuada supervisión pueden acarrear problemas un tratamiento inadecuado, tanto a nivel oclusal (mordida) como funcional".
A través de un comunicado, los ortodoncistas alertan de que la comercialización de alineadores transparentes a través de Internet, o de empresas que prometen mejorar la sonrisa de un modo sencillo y barato enviando las férulas a domicilio, "va en incremento". "Y también aumentan los casos de pacientes que llegan a las clínicas ortodóncicas para que les resuelvan problemas derivados del uso de alineadores transparentes que no han sido indicados, pautados y supervisados por un profesional con la formación adecuada para hacerlo", señalan.
"No hay duda de que los alineadores transparentes están en auge, pero no se pueden confundir con una moda, ya que son un tratamiento de ortodoncia, y, por tanto, un tratamiento sanitario. Estamos preocupados por el aumento empresas que publicitan y comercializan 'on line' alineadores dentales, utilizando métodos que consideramos poco ortodoxos y perjudican la salud bucodental de los pacientes que confían en esas promesas de una sonrisa bonita a precios baratos, pero sin los requisitos mínimos para que el tratamiento sea seguro. Es una barbaridad comprar alineadores transparentes por internet. La ortodoncia no puede tomarse como una moda, es una disciplina sanitaria que debe diagnosticarla, planificarla y supervisarla un profesional cualificado para ello", detalla su presidente, Juan Carlos Pérez Varela.
La ortodoncia con alineadores está controlada por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), y consiste en el uso pautado de unas férulas extraíbles de plástico transparente fabricadas a medida para cada paciente, siguiendo las indicaciones de un ortodoncista en función de un correcto diagnóstico de la maloclusión y de la planificación del tratamiento adecuado para su corrección.
La comercialización de los alineadores trasparentes para que el paciente realice el tratamiento en su domicilio, sin la debida supervisión de un ortodoncista, entraña "un gran riesgo para el paciente, ya que su uso indiscriminado, sin un diagnóstico preciso de la maloclusión por parte del profesional, así como, la realización de un plan de tratamiento individualizado paso a paso para la corrección de la maloclusión, puede acarrear riesgos por un tratamiento inadecuado, tanto a nivel oclusal como funcional".
El doctor Pérez Varela recuerda que "los alineadores transparentes son un tratamiento ortodóncico, y la ortodoncia puede influir, no solo en la estética y oclusión dental, sino incluso sobre funciones tan importantes como la masticación, el habla, la respiración o la deglución, sin olvidar la estética del rostro del paciente".
La preocupación de los ortodoncistas ante la proliferación de estos alineadores comercializados de forma poco segura para el pacieciente ha llevado a la SEDO a la publicación, en colaboración con AESOR, de un protocolo de actuación para el uso de los alineadores transparentes que, entre otras cosas, contempla que el paciente deberá someterse a un examen ortodóncico previo al tratamiento, que incluye una exhaustiva anamnesis; una exploración bucal intraoral, funcional y extraoral; fotografías intraorales y extraorales; radiografías (Ortopantomografía de forma inexcusable, y una telerradiografía lateral de cráneo) e impresiones de las arcadas con silicona o con escáner intraoral. En función de eso registros, el ortodoncista realizará un diagnóstico preciso de la maloclusión del paciente y trazará un plan de tratamiento para corregir dicha maloclusión.
Las pautas de cambio de las férulas las indicará el especialista, según el estado de las encías, la dificultad y el grado de expresión del movimiento, la técnica y materiales empleados, la prescripción y las fases del tratamiento. Así, recuerdan que es importante que la colocación de las férulas se realice en el gabinete dental y solo el profesional marque las indicaciones oportunas al paciente, revise y compruebe de forma progresiva que lo programado se está llevando a cabo y así poder realizar los ajustes adecuados en cada fase del tratamiento.
Las visitas a la consulta para el seguimiento serán en un periodo establecido entre 30 y 45 días y según las fases de tratamiento. Se deberá realizar reducción interproximal y/o cementar ataches nuevos, que se incorporan en algunas fases de tratamiento, para optimizar algunos movimientos dentales, aumentar la retención de las férulas y facilitar ciertos movimientos difíciles de realizar. También pueden necesitar utilizar elásticos intermaxilares durante el tratamiento, que bajo la indicación y supervisión del ortodoncista, se colocarán durante el horario que use las férulas.
Al finalizar la fase activa, como en cualquier tipo de tratamiento ortodóncico convencional, se colocarán retenedores fijos y/o removibles y son imprescindibles nuevas citas de seguimiento y control de la estabilidad del tratamiento y del estado dentario, gingival, mucoso y óseo del paciente, así como del de los propios retenedores.
Una vez completado el tratamiento, el ortodoncista debe hacer nuevos registros (fotografías, modelos y radiografías), para descartar la aparición de complicaciones y en tal caso y si fuese necesario determinar las correspondientes responsabilidades legales.