MADRID, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
ONUSIDA ha pedido a los países intensificar y proteger del VIH a las mujeres jóvenes y adolescentes, recordando que las enfermedades relacionadas con el virus siguen siendo la principal causa de muerte entre las mujeres de 15 a 49 años en todo el mundo.
En 2017 el 66 por ciento de las nuevas infecciones por el VIH entre los niños de 10 a 19 años correspondió a mujeres en todo el mundo; y en África oriental y meridional, el 79 por ciento de las nuevas infecciones por el VIH entre las niñas de 10 a 19 años se registró entre las mujeres.
"Hay un círculo vicioso de desigualdades de género, violencia de género e infección por VIH en muchas partes del mundo. La opresión y los desequilibrios de poder se deben revertir y las masculinidades dañinas deben abordarse para garantizar que las mujeres y las niñas tengan un control total sobre su salud y sus derechos sexuales", ha dicho el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé, con motivo de la celebración, este viernes, del Día Internacional de la Mujer.
En este sentido, ha avisado de que los esfuerzos para acabar con el VIH se ven socavados cuando los derechos humanos de las mujeres jóvenes y las adolescentes, especialmente los relacionados con su salud y los derechos sexuales y reproductivos, no reciben apoyo. Por ello, ONUSIDA ha instado a los países a promulgar leyes y políticas que permitan el acceso a los servicios sanitarios y sociales por parte de mujeres jóvenes y adolescentes.
El derecho internacional otorga a las personas, incluidas mujeres jóvenes y adolescentes, el derecho a acceder a los servicios para proteger su salud sexual y reproductiva. Sin embargo, 45 países en todo el mundo aún tienen leyes que requieren que las personas menores de 18 años obtengan el consentimiento de sus padres para hacerse la prueba del VIH.
Además, tal y como ha recordado la organización, se ha demostrado que la protección social, la educación, incluida la educación integral en sexualidad, y los servicios de prevención del VIH que se integran con los servicios de salud sexual y reproductiva mejoran la salud y empoderan a las mujeres jóvenes y adolescentes.
Finalmente, ONUSIDA ha solicitado invertir en educación; en los servicios sanitarios; prevenir y proteger a las mujeres de la violencia; erradicar las prácticas nocivas como el matrimonio precoz o forzado; y promover los derechos de las mujeres. "A través de estas acciones, las mujeres jóvenes y las adolescentes pueden ser protegidas del VIH y el mundo puede avanzar hacia el fin del sida para el 2030", ha zanjado.