MADRID 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
ONUSIDA acude a la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer para pedir a los líderes mundiales que protejan los derechos de las mujeres y niñas de todo el mundo con el fin de proteger su salud.
La razón por la que esto es importante para ONUSIDA es que, a pesar de los avances, ningún país ha conseguido hasta la fecha la igualdad de género y las violaciones de los derechos humanos básicos de las mujeres siguen alimentando la pandemia de sida.
"El mundo está lejos de alcanzar las metas de género establecidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y, en muchos de los países más pobres del mundo, la crisis de la deuda está reduciendo la inversión en educación, salud y protección social, lo que perjudica especialmente a las mujeres y las niñas", señalan desde ONUSIDA.
En la actualidad, 129 millones de niñas de todo el mundo no van a la escuela, lo que les niega información vital sobre cómo protegerse del VIH. Cada tres minutos, una adolescente o mujer joven (15-24 años) contrajo el VIH en 2022 en el África subsahariana, y en toda África, el sida sigue siendo la principal causa de muerte entre las mujeres en edad reproductiva.
"Solo protegiendo e invirtiendo en los derechos de las mujeres podremos proteger la salud de las mujeres, y solo protegiendo la salud de las mujeres podremos acabar con la pandemia de sida", apuntan desde ONUSIDA.
Por ello, ONUSIDA hace un llamamiento para que los derechos humanos y los derechos de las mujeres sean el centro de los esfuerzos de desarrollo, tal y como se ha venido haciendo en la respuesta al sida durante décadas.
En la práctica, esto significa garantizar que todas las niñas puedan al menos completar una educación secundaria de calidad, que significa una educación sexual integral para todos, una atención integral y digna para las mujeres y las niñas, y oportunidades de empleo y medios de subsistencia decentes.
También significa poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas y salvaguardar su salud y sus derechos sexuales y reproductivos, que afectan a todos los aspectos de sus vidas; y eliminar las leyes discriminatorias y punitivas que estigmatizan a las mujeres y las niñas, y garantizar la igualdad ante la ley.
"Necesitamos una acción feminista audaz para poner fin a las desigualdades de género, hacer frente a los tabúes en torno a la sexualidad de las mujeres y dejar de negar a las mujeres sus libertades básicas y la autonomía con respecto a sus propios cuerpos y opciones de vida. Los gobiernos deben permitir que las organizaciones comunitarias y de la sociedad civil de mujeres desempeñen su papel vital en la respuesta y garantizar que cuentan con financiación suficiente y sostenible", señalan.
Así, ONUSIDA está dispuesto a trabajar con los gobiernos, la sociedad civil, las comunidades y otros asociados para acelerar el ritmo de los resultados y cumplir las promesas que se hicieron a las mujeres y niñas en la Declaración de Beijing hace casi 30 años.
