La OMC y la Fundación Ciencias de la Salud lanzan la quinta Guía de Ética en la Práctica Médica

Actualizado: miércoles, 15 junio 2011 12:06

MADRID 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Fundación de Ciencias de la Salud y la Fundación para la Formación de la Organización Médica Colegial (FFOMC) han editado su quinta Guía de Ética en la Práctica Médica, que trata en esta ocasión de la planificación anticipada de la asistencia médica.

Según ha explicado durante su intervención en el seminario-debate celebrado este lunes en la sede de la OMC el profesor Diego Gracia, presidente de la Fundación de Ciencias de la Salud, el objetivo es "identificar los conflictos de valores que se dan en ese ámbito y el modo de resolverlos con las soluciones más razonables y prudentes".

Esta guía parte del análisis de casos paradigmáticos y propone la deliberación para tomar decisiones prudentes o razonables. "No se trata de que todo el mundo adopte la misma decisión ante un caso concreto, sino que todos lleguen a decisiones prudentes", puntualiza.

En este contexto, añade, "la planificación anticipada de la atención es una consecuencia lógica del nuevo estilo de relación clínica y, antes que todo esto, se trata de una cuestión ética".

La planificación anticipada consiste en que los profesionales sanitarios prevean las situaciones y tomen decisiones sobre cómo proceder ante sucesos que puedan ocurrir.

CONSENTIMIENTO INFORMADO, EL PRIMER PASO

El consentimiento informado es el primer paso en la planificación de la asistencia. "Sería un proceso comunicativo entre los profesionales clínicos y el paciente para que éste, capaz y debidamente informado, pueda decidir de forma libre y voluntaria sobre una actuación referida a su cuerpo o su salud", apunta.

"Hoy es evidente que las decisiones en general y las médicas en particular no pueden tomarse sólo con hechos, sino que han de incluir valores, lo cual obliga a la exploración de este aspecto por parte de los profesionales sanitarios, que es una gran asignatura pendiente de la medicina", indica.

Las legislaciones exigen además que de esto quede constancia escrita a través de la cumplimentación de unos documentos específicos.

La historia de valores es un documento en el que el paciente pretende expresar y dejar constancia de sus preferencias y valores en materia de salud, proporcionando información a los profesionales sanitarios, sus familiares y otras personas que deban tomar decisiones sobre su vida y salud cuando él ya no sea capaz de tomarlas.

Para el presidente de la OMC, José Luis Rodríguez Sendín, la historia de valores "orienta el proceso de toma de decisiones, eliminando posibles conflictos y disminuyendo la incertidumbre y ansiedad de aquellos que asumen esa tarea".

ACTUALIZAR LA HISTORIA DE VALORES

"Es recomendable revisarla y actualizarla periódicamente", aconseja, manifestando también que, para garantizar su conocimiento y su aplicabilidad, "conviene incorporar este documento a los de voluntades anticipadas y a la historia clínica".

Las voluntades anticipadas tienen por objeto tomar con antelación decisiones sobre la asistencia sanitaria, en previsión de que el paciente no esté capacitado para ello. "El hecho de que estas decisiones se tomen con antelación al momento en que tienen que aplicarse las hace particularmente complicadas", apunta.

El profesional tiene con frecuencia muchas dudas sobre la solvencia de este tipo de declaraciones. "La mejor manera de resolver los problemas que plantea la expresión anticipada de la voluntad de los pacientes es a través de un buen conocimiento de su sistema de valores, que el paciente puede haber transmitido al profesional y que debe haber quedado registrado en la historia clínica y en el documento de voluntades anticipadas", señala.

En el documento de voluntades anticipadas, en el que el paciente expresa su voluntad en relación con los cuidados y tratamientos que desea recibir cuando no sea capaz, se pueden incluir decisiones específicas sobre los tratamientos de soporte vital, como la de no intentar la resucitación.

Asimismo, puede incluir determinaciones sobre medidas de sedación y analgesia o medidas sobre el rechazo de sangre, especialmente en pacientes testigos de Jehová.

CUANDO NO HAY VOLUNTADES ANTICIPADAS

Otras medidas más recientes son las órdenes médicas sobre tratamientos de soporte vital. Asimismo, se pueden incluir otro tipo de previsiones y manifestaciones: la donación de órganos o tejidos, el destino de su cuerpo, el uso de su material reproductor o la obtención y análisis de sus muestras biológicas.

Cuando los pacientes no se hallan capacitados para tomar decisiones y prestar su consentimiento informado y tampoco existen voluntades anticipadas, la toma de decisiones corresponde a otras personas.

En el ámbito de la salud han sido tradicionalmente los profesionales sanitarios, pero en la actualidad son, en la mayoría de los casos, familiares o allegados.

"Antes de que la decisión sea tomada por un representante debe comprobarse si el paciente ha previsto qué hacer en tal circunstancia", añade.

El representante no tiene por qué ser el pariente más cercano, aunque lo es en la mayoría de casos. A pesar de todo, esta figura es esencial para incluir y respetar los valores de los pacientes en las situaciones en que éstos no son ya capaces de hacerlo personalmente.