MADRID 17 Mar. (EUROPA PRESS) -
Entre los niños que viven en el centro de la ciudad, el fármaco omalizumab mejora el control del asma, casi eliminando las exacerbaciones estacionales y reduciendo la necesidad de la medicación de control, según un estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston en Estados Unidos que se publica en la revista 'New England Journal of Medicine'.
El tratamiento del asma persistente sigue un diseño basado en una serie de pasos para conseguir controlarla. En los pacientes alérgicos con asma que no consiguen controlar los pasos avanzados del tratamiento, el omalizumab, un anticuerpo monoclonal antiIgE humanizado, es la opción recomendada para los niños con asma grave.
El tratamiento de Anti-IgE reduce la respuesta alérgica de las vías respiratorias ante los antígenos inhalados, los síntomas, las exacerbaciones y en algunos pacientes, la dosis de corticosteroides inhalada necesaria para mantener el control de la enfermedad.
Según explica Suzanne Steinbach, coautora del estudio, "existe una alta prevalencia de sensibilización alérgica y una exposición a los alérgenos en el ambiente del interior de las ciudades. Por ello, planteamos que la adición de anti-IgE mejoraría el control de la enfermedad al reducir los síntomas y exacerbaciones en los niños del interior de la ciudad y los adolescentes con asma y síntomas persistentes a pesar del tratamiento basado en las guías médicas".
Los niños y adolescentes del interior de las ciudades con asma persistente fueron reclutados en un ensayo multicéntrico que comparaba el omalizumab frente al placebo añadido a la terapia basada en las directrices médicas durante hasta 60 semanas.
Entre los 419 participantes, el tratamiento con omalizumab redujo los síntomas del asma en un 25 por ciento y las exacerbaciones en un 30 por ciento. Mientras que el grupo control experimentó más de un 100 por cien de aumento en las exacerbaciones del verano al otoño, sólo se produjo un pequeño y no significativo aumento en este sentido en el grupo de omalizumab.
"Descubrimos que el omalizumab era igual de eficaz en todos los niveles de gravedad del asma y en todas las edades evaluadas. En segundo lugar, la adición de omalizumab redujo significativamente los síntomas del asma en un mes en vez de en tres meses como se había informado con anterioridad. En tercer lugar, y más importante, se produjo una reducción profunda en las exacerbaciones del otoño asociada al tratamiento con omalizumab", concluye Steinbach.