MADRID 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
Científicos del Centro de Investigación en Imagen Clínica de la Universidad de Washington, en Estados Unidos, han mostrado en el 57 Encuentro Anual SNM, que se celebra en Salt Lake City hasta este miércoles, 9 de junio, sus progresos en el uso de imágenes PET para seguir las etapas tempranas de la enfermedad de Alzheimer. Este hallazgo podría llevar al descubrimiento de medidas preventivas que beneficiarán a millones de pacientes que sufren este desorden neurodegenerativo crónico.
Según el profesor de Radiología Mark Mintun, director del Centro de Investigación en Imagen Clínica de la Universidad de Washington, "el Alzheimer es una enfermedad implacable que mata una vez instalada en el cerebro, pero de la que estamos muy próximos a conseguir una cura".
"La acumulación de una proteína creada de forma natural y denominada beta-amiloide parece estar asociada con el inicio de esta enfermedad. Existe un gran interés por entender cómo se presenta este proceso y por desarrollar fármacos que puedan prevenir o eliminar proteína beta-amiloide del cerebro antes de que aparezca la demencia", ha explicado este investigador.
En uno de los pocos estudios longitudinales realizados a gran escala sobre este fenómeno, los científicos usaron una tomografía por emisión de positrones (PET, por sus siglas en inglés) para documentar los cambios que se producen durante la acumulación de beta-amiloides, que forman placas en los tejidos neuronales de los pacientes a los que se les diagnostica Alzheimer.
La investigación reveló que, en el momento en el que se diagnostica la enfermedad y la primera neurona sana comienza a deteriorarse, puede ser demasiado tarde para que los tratamientos sean efectivos y se pueda restaurar la función cerebral.
El PET y otras técnicas de imagen molecular ayudan a los investigadores a entender el inicio de la patología para determinar el mejor tratamiento para cada paciente, incluso antes de que aparezcan síntomas como la pérdida de memoria, las dificultades para pensar o la habilidad para realizar tareas simples. Según Mintun, "con este tipo de investigaciones, los médicos podrán recomendar el tratamiento antes de que se den daños irreversibles en el cerebro del afectado".
Un total de 129 personas, con edades entre los 45 y los 86 años y sin síntomas de padecer un desorden cognitivo, participaron en este estudio. Se sometieron a escáneres con PET en un periodo de cinco años, usando el Pittsburgh Compound-B (11C-PIB), un agente de imagen PET que muestra los beta-amiloides en el cerebro.
El tiempo medio entre escáneres fue de dos años medio. Los cambios en los depósitos beta-amiloides documentados se usaron para determinar la progresión de la potencial enfermedad preclínica.
Los resultados revelaron que los depósitos de beta-amiloide eran anormalmente altos en 19 de 129 sujetos en el primer escáner, mientras que en ocho de los restantes 110 individuos se convirtió en anormal en el segundo escáner. En estos 27 pacientes con depósitos anormales de proteína beta-amiloide habían incrementos significativamente altos de los niveles de esta sustancia entre los dos escáneres.
Los investigadores esperan poder usar estos y otros datos para desarrollar un método para detectar la aparición y desarrollo de las primeras etapas del Alzheimer.