MADRID, 3 Dic. (EUROPA PRESS) -
No existen evidencias de que los fármacos de marca sean clínicamente superiores a los genéricos, a pesar de la percepción de algunos pacientes y médicos, según un estudio del 'Brigham and Women's Hospital' y la Escuela de Medicina de Harvard en Boston (Estados Unidos). Los investigadores, que publican su trabajo en la revista 'Journal of the American Medical Association' (JAMA), examinaron estudios que comparaban la eficacia de los fármacos genéricos y los de marca para tratar enfermedades cardiovasculares.
Algunos pacientes y médicos han expresado preocupación ante la posibilidad de que los fármacos genéricos no sean equivalentes a los de marca en cuanto a su eficacia. Los autores señalan que los fabricantes de productos de marca han sugerido que los fármacos genéricos podrían ser menos eficaces y seguros que sus homólogos de marca.
Los investigadores, dirigidos por Aaron S. Kesselheim, evaluaron las diferencias clínicas resultantes del uso de medicamentos genéricos o de marca utilizados para tratar la enfermedad cardiovascular. Los autores realizaron un análisis de estudios o metaanálisis sobre este tema publicados entre 1984 y 2008 para determinar la opinión de los expertos sobre la sustitución por genéricos. Además, los investigadores revisaron el contenido de editoriales publicadas sobre el tema durante este periodo.
Los científicos identificaron 47 artículos sobre análisis detallados que cubrían nueve de las diferentes subclases de fármacos cardiovasculares, de los que el 81 por ciento eran ensayos clínicos aleatorios.
La equivalencia clínica se probó en los 7 ensayos sobre fármacos betabloqueadores, en 10 de los 11 sobre diuréticos, en 5 de los 7 sobre bloqueadores del canal de calcio, en los 3 centrados en antiplaquetarios, en los 2 de estatinas, en el realizado sobre inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina y en el de los alfabloqueadores.
También analizaron 53 editoriales y comentarios, de los que un 53 por ciento expresaban un punto de vista negativo sobre los genéricos en comparación con un 28 por ciento que alentaba la sustitución de los de marca por los genéricos.
Según los investigadores, una posible explicación entre los datos y las opiniones editoriales es que los comentarios podrían ser más propensos a subrayar las preocupaciones de los médicos basadas en experiencias anecdóticas u otros ensayos no clínicos.
Otra posible explicación es que las conclusiones podrían estar sesgadas por las relaciones financieras de los editorialistas con las compañías farmacéuticas de productos de marca, que no siempre se revelan. Así aproximadamente la mitad de los ensayos de la muestra y casi todos los editoriales y comentarios no identificaban el origen de su financiación.
Los investigadores señalan que estos resultados sugieren que es razonable confiar en las tasas de bioequivalencia aprobadas por los organismos reguladores y apoyan el uso de diseños de fórmulas dirigidas a estimular el uso de genéricos.
Para limitar la falta de confianza en estos fármacos, los autores indican que los medios generales y revistas científicas deberían ser más selectivos en la publicación de artículos basados en evidencias anecdóticas sobre la menor eficacia o los mayores riesgos para la salud de los genéricos.