MADRID, 27 May. (EUROPA PRESS) -
El coordinador de Urgencias y Unidad Hospitalizacion a Domicilio del Hospital Infanta Leonor de Madrid, Carlos Bibiano, ha responsabilizado a la "vaguería" de los políticos el hecho de no contar en España con una especialidad de Urgencias y Emergencias.
"La única razón por la cual no tenemos una especialidad es por la vaguería de los dirigentes políticos en la actualidad, tienen que estudiar más", ha denunciado a las puertas del centro madrileño, en el marco de una convocatoria de protesta organizada por la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) con motivo del Día Internacional de esta especialidad.
España es uno de los cuatro países europeos, junto a Portugal, Austria y Chipre, que no cuenta con esta especialidad, de forma que los profesionales sanitarios que se incorporan a estos servicios no cuentan con formación específica sino que provienen de otras especialidades y se adaptan a Urgencias y Emergencias a través de cursos externos. Pese a todo, "en torno a un 15 por ciento de los estudiantes de Medicina elegirían como primera opción esta especialidad" si tuvieran la ocasión, según Bibiano.
"Los médicos de Urgencias y Emergencias llevan demostrando siempre su capacidad de trabajo y su implicación con el sistema sanitario. En la actualidad, no tenemos una especialidad reglada vía MIR, que existe en toda Europa, a pesar de que varios ministros de Sanidad nos lo han prometido", ha resaltado.
En concreto, hasta siete titulares de la cartera de Sanidad durante la democracia se han comprometido a crear esta especialidad. El último fue Salvador Illa, quien aseguró que la especialidad se crearía antes de la finalización del año 2020. Sin embargo, la situación sigue siendo la misma, a pesar de las promesas y reclamaciones de la SEMES.
"Los pacientes se merecen la mejor asistencia sanitaria. Es una Medicina diferente que tiene un cuerpo doctrinal como cualquier especialidad. Aportaría mayor seguridad para los pacientes, que todo fuera homogéneo. Los pacientes se merecen que la formación sea reglada porque aumenta la calidad asistencial", ha remachado.
En la misma línea, el presidente de la SEMES, Tato Vázquez, ha calificado de "inexplicable" que España no cuente con esta especialidad. "En Europa existe desde hace ya muchos años. Lo único que queremos es igualarnos a ellos pero, fundamentalmente, que los ciudadanos reciban una mejor calidad en Urgencias, que tengan la plena seguridad de que el profesional que les va a atender tiene la mejor formación", ha reivindicado.
Vázquez ha recordado que los alrededor de 30.000 médicos y enfermeros que trabajan en Urgencias en nuestro país se han formado a través del "voluntarismo". "Proceden de distintas especialidades y luego se forman por su cuenta y riesgo, haciendo cursos y másteres que se pagan de su bolsillo. Hacen una formación heterogénea", ha explicado.
Las implicaciones, a su juicio, son que en ocasiones llegan profesionales a los servicios de Urgencias y Emergencias "que se forman a medida que están trabajando". "Estamos muy cansados de palabras y promesas incumplidas, va siendo hora de hechos", ha concluido.
En un acto organizado por la Organización Médica Colegial (OMC) este jueves, Vázquez también ha reivindicado la actuación de estos profesionales frente a la COVID-19. "Los servicios de Urgencias estuvieron de frente, mirando al virus pero sin desaparecer nunca. Hemos trabajado codo con codo con todos los médicos de este país, no somos enemigos de nadie, buscamos solamente nuestro desarrollo profesional. Somos un bien para el sistema no un mal, no queremos enfrentarnos absolutamente a nadie", ha insistido.
"Más de 100 países tienen esta especialidad. En Europa somos un islote rodeado de países con competencias perfectamente definidas en base a un currículum aprobado en 2099 que se realizó con representación española", ha apuntado. Por ello, ha pedido la intermediación de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: "Sería un gesto noble que escuchase a sus profesionales y sus ciudadanos. En último caso, el presidente del Gobierno debería pensar qué es servir a sus ciudadanos".