MADRID 5 Feb. (EUROPA PRESS) -
Más del 80 por ciento de los pacientes con trastorno de conducta en sueño REM (TCSR) desarrolla algún tipo de patología neurodegenerativa a los diez años del diagnóstico, tal y como aseguran los expertos de la Sociedad Española del Sueño (SES).
En este sentido, los especialistas exponen que esta alteración "comienza a ser analizada como una de las primeras manifestaciones posibles de enfermedades como el Parkinson o la demencia con cuerpos de Lewy". No obstante, es poco frecuente, ya que sólo la padecen "el 0,5 por ciento de los mayores de 60 años", indican.
Esta se caracteriza "por la presencia de movimientos vigorosos, potencialmente lesivos, provocados por una pesadilla en la fase REM del sueño", sostienen los expertos. Además, se produce una atonía, que consiste en la falta de parálisis muscular.
A juicio del neurólogo y miembro de SES, el doctor Álex Iranzo, durante la fase REM, una persona sueña sin mover ninguna parte de su cuerpo "porque el cerebro manda una orden para paralizar los músculos". Por contra, en las personas con TCSR, esa parte del cerebro "no funciona correctamente y aparecen fuertes pesadillas que hacen que se muevan para escenificar el sueño con gritos, puñetazos o cayéndose al sueño", indica.
LA HIPOSMIA ES UN MARCADOR POSITIVO DE APARICIÓN DE ENFERMEDAD CEREBRAL
Para él, las personas afectadas que van a presentar de manera más rápida signos de demencia o de Parkinson "son los que tienen unos marcadores positivos muy determinados". En concreto, cita algunos como la hiposmia, que es la pérdida de olfato; o el SPECT cerebral de la dopamina anormal, un indicio de que hay poca dopamina en la sustancia negra del cerebro.
No obstante, Iranzo declara que éstos signos "pueden ayudar al diagnóstico precoz" de estas patologías cerebrales. Para ello, es "imprescindible" la realización de una polisomnografía con el objeto de estudiar la actividad cerebral, la respiración y la actividad muscular durante el sueño, asegura.
Una vez detectada la enfermedad, y para retrasar su aparición, se administran al paciente fármacos como clonazepam o melatonina, los cuales "pueden conseguir que los síntomas del TCSR, como las pesadillas y los movimientos excesivos durante el sueño, mejoren notablemente", señalan desde SES. Sin embargo, "no evitan que el paciente desarrolle los síntomas típicos del Parkinson o de la demencia", manifiestan.
Por ello, es "primordial" aumentar la investigación en el campo de los estudios farmacológicos con neuroprotectores, concluyen los miembros de esta sociedad científica.