MADRID 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
El manejo de la hipertensión en persones mayores de 65 años requiere de valores objetivo distintos a los definidos hasta el momento para la población adulta, según un estudio publicado en el último número de Revista Española de Cardiología (REC), que apunta que poseer una presión arterial sistólica ligeramente superior al valor diagnóstico de hipertensión (140mmHg), se asocia a una menor mortalidad por cualquier causa.
Así lo indica un reciente estudio, realizado por investigadores vinculados al departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), en el que se demuestra que existe una relación dinámica entre la presión arterial y el riesgo de mortalidad por todas las causas en una cohorte española de mayores.
El trabajo, que ha realizado un seguimiento de 17 años sobre una muestra poblacional de 1.560 personas de más de 65 años, revela como la presión arterial sistólica (PAS) aumenta progresivamente a medida que avanza la edad (pasando de 137,2 mmHg de media en 1993, hasta 149,4 mmHg en 2006) y, sin embargo, las variaciones de la presión arterial diastólica (PAD) a lo largo del tiempo fueron muy pequeñas o casi inexistentes (de 77,8mmHg en 1993 a 80,00 mmHg en 2006).
"Este hecho coincide con el aumento gradual de la incidencia de HTA en la población de avanzada edad tanto en España como en el resto del mundo" señala la doctora Alicia Gutiérrez-Misis, médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria vinculada al Departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública de la UAM.
En referencia a la relación existente entre los niveles de presión arterial sistólica (PAS) y mortalidad, se ha observado que esta última disminuye con el aumento de la PAS (teniendo en cuenta su variación a lo largo del tiempo), hasta alcanzar el mínimo riesgo a los 147h mmHg, para después incrementarse de manera asimétrica (en forma de U) con cifras de PAS superiores, hasta llegar al mayor riesgo de mortalidad en cifras de PAS > 193 mmHg.
En lo que se refiere al análisis de la presión arterial diastólica (PAD), se encontró que el mayor riesgo de muerte se encontraba en aquellos individuos que poseían niveles <60 mmHg. Los valores superiores (>85 mmHg) no aumentaban el riesgo de muerte.
Las conclusiones del estudio demuestran que la menor mortalidad correspondió a un valor de presión arterial sistólica ligeramente superior (media de 147 mmHg) al valor diagnóstico de hipertensión, lo que indica que 140 mmHg podría no ser adecuado como valor diagnóstico y objetivo terapéutico en la población mayor.
Gutiérrez apunta que la causa de esta asociación "podría estar relacionada con estilos de vida más saludables, la dieta mediterránea o un mejor control de la HTA en la mediana de edad, factores que podrían influir en la menor rigidez arterial de los mayores supervivientes".
La SEC quiere aprovechar la publicación de este estudio para manifestar la necesidad de considerar la hipertensión como uno de los principales factores de riesgo de mortalidad por cualquier causa y de la importancia de su correcto control bajo tratamiento, ya que aumenta entre cuatro y seis veces el riesgo de ictus.