MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
Líderes mundiales se han comprometido en una declaración institucional, adoptada durante la Reunión de Alto Nivel de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el Sida, celebrada en Nueva York (Estados Unidos), a acabar con las desigualdades que sufren los pacientes con VIH.
En la declaración se insta a los países a poner las herramientas necesarias a disposición del 95 por ciento de las personas que están en riesgo de infección por el VIH en cualquier grupo epidemiológicamente relevante, con independencia de su edad y entorno geográfico.
Asimismo, se pide garantizar que el 95 por ciento de las personas que viven con el VIH conozca su estado serológico, que el 95 por ciento de las personas que conozcan su estado serológico esté en tratamiento para el VIH y que el 95 por ciento de las personas en tratamiento contra el VIH reciba supresión vírica.
*En esta década de acción, si queremos cumplir con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, todos los Estados miembros deben comprometerse una vez más a poner fin a la epidemia de sida para 2030", ha dicho el presidente de la Asamblea General de las Naciones Unidas, Volkan Bozkir.
En la declaración política se recoge que los grupos de población clave (hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, trabajadores sexuales, consumidores de drogas inyectables, persona trans y presos) tienen más probabilidades de estar expuestos al VIH y a la violencia, el estigma, la discriminación y las leyes que restringen su movimiento o acceso a los servicios.
Por ello, los Estados miembros se comprometieron a garantizar que menos del 10 por ciento de los países cuenten con marcos jurídicos y políticos restrictivos que conduzcan a la denegación o limitación del acceso a los servicios para 2025. También se comprometieron a garantizar que, para el año 2025, menos del 10 por ciento de las personas que viven con el VIH, que están en riesgo de contraerlo o que están afectadas por el virus, se enfrenten al estigma y la discriminación, para lo que acordaron conceder más fuerza al concepto de indetectable e intransmisible.
"Quisiera dar las gracias a los Estados miembros. Han adoptado una declaración política muy ambiciosa cuyo objetivo es que el mundo retome el rumbo para acabar con esta pandemia de sida que lleva 40 años devastando a las comunidades", ha destacado la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima.
Los Estados miembros se comprometieron también a eliminar todas las formas de violencia sexual y de género, incluida la violencia dentro de la pareja, mediante la adopción y aplicación de leyes que abordan las múltiples formas de discriminación y violencia a las que se enfrentan las mujeres que viven con el VIH, que corren el riesgo de padecerlo o que están afectadas por el virus.
Igualmente, aseguraron que todos trabajarían duro para lograr que, en 2025, no más del 10 por ciento de las mujeres, las niñas y las personas afectadas por el VIH sufran desigualdades de género y puedan ser víctimas de violencia sexual y de género. Además, se comprometieron a garantizar que todas las mujeres puedan ejercer su derecho a la sexualidad, también en lo concerniente a su salud sexual y reproductiva, sin ser objeto de coerción, discriminación y violencia.
También se instó a los países a utilizar los datos epidemiológicos nacionales para identificar a otras poblaciones prioritarias con mayor riesgo de exposición al VIH, entre las que se incluyen personas con discapacidad, minorías étnicas y raciales, pueblos indígenas, comunidades locales, personas que viven en la pobreza, migrantes, refugiados, personas desplazadas internamente, hombres y mujeres de uniforme y personas en emergencias humanitarias y en situaciones de conflicto y posconflicto.