TOKIO, 3 Dic. (Reuters/EP) -
Las personas diabéticas tienen el doble de posibilidades de padecer problemas auditivos que aquellas que no sufren esta enfermedad, según estudio japonés, publicado en 'Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism'.
La diabetes ya había sido relacionada con el hecho de contar con más posibilidades de padecer problemas cardiovasculares y renales así como pérdida de visión.
"El nuevo meta-análisis sugiere que la prevalencia de problemas auditivos es más alta en pacientes diabéticos en comparación con los que no lo son", ha señalado la principal autora del estudio, Chika Horikawa, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Niigata, situada en Japón.
Además, los investigadores observaron que los diabéticos más jóvenes tenían incluso más riesgo que los más mayores, aunque desconocen el porqué de este fenómeno.
La autora principal del estudio explica que niveles altos de azucar en sangre pueden daños los vasos sanguíneos localizados en las orejas y, de ahí, que se produzca la pérdida auditiva.
Ya, en 2008, investigadores del Instituto Nacional de la Salud, en Estados Unidos, observaron este fenómeno en una muestra de más de 11.000 personas, al comprobar que las personas con diabetes tenían el doble de posibilidades de padecer problemas de audición que los que no tenían está condición.
Ahora, Horikawa y su equipo recogieron información de 13 estudios publicados entre 1977 y 2011 en los que se repasaba la relación entre la diabetes y pérdida de audición. De este modo, observaron a 7.377 personas con diabetes y a 12.817 sin este problema.
Entonces, encontraron que los diabéticos tenían 2,15 posibilidades de padecer este problema que los que no lo eran. Sin embargo, cuando estos resultados fueron clasificados por edad, las personas menores de 60 tenían 2,61 veces de riesgo de padecer problemas auditivos y las personas más mayores contaban con menos posibilidades (1,58 veces).
En general, Horikawa ha recomendado que los diabéticos sean sometidos a controles auditivos desde que conocen la existencia de su enfermedad y ha recordado el vínculo entre la pérdida auditiva y la depresión y demencia.