Investigadores de la enfermedad de las vacas locas dicen que no se pueden descartar nuevos casos esporádicos en humanos

Expertos del III Congreso Ibérico de Priones
EUROPA PRESS
Actualizado: martes, 2 diciembre 2014 15:17

Un estudio revela que uno de cada 2.000 pacientes británicos es portador de esta patología

ZARAGOZA, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

Investigadores europeos sobre encefalopatías y enfermedades transmisibles, como la conocida el mal de las vacas locas, han sostenido que "es poco probable, según los datos epidemiológicos actuales, que haya un nuevo 'boom' de casos" de estas patologías en humanos, aunque los esporádicos "no se pueden descartar" y han reclamado más financiación para su investigación.

En este sentido se ha pronunciado el miembro del Centro de Investigación en Sanidad Animal del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria (INIA), Juan María Torres, quien ha comparecido ante los medios de comunicación junto con otros expertos y el director del Centro de Encefalopatías Espongiformes Transmisibles de la Universidad de Zaragoza, Juan José Badiola, organizador del III Congreso Ibérico de Priones que se celebra este martes y miércoles en la capital aragonesa.

Badiola ha recordado que en el mundo ha habido unos 200 casos de la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, que se considera la variante humana de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB) o mal de las vacas locas, cerca de 170 de ellos en Gran Bretaña y cinco en España, una patología mortal y que no tiene tratamiento y ha añadido que en estos dos países ha habido 200.000 y 800 vacas infectadas, respectivamente.

Asimismo, ha recordado que el 'mal de las vacas locas' ha originado "la más importante crisis alimentaria que se ha vivido en Europa en los últimos 50 años", que "ha cambiado completamente el sistema de control de los alimentos y ha mejorado extraordinariamente todo el sistema de seguridad alimentaria" en Europa.

En su opinión, "ha sido un proceso muy exitoso" y desde la aparición de los primeros casos en bovino en Gran Bretaña en 1986 ha habido una evolución que ha permitido tener "la enfermedad casi erradicada", aunque todavía se dan casos y "siguen en pie las incógnitas de los agentes causales" y "de cómo se propaga".

Por su parte, el investigador del INIA, Juan María Torres, ha recalcado que en España no ha habido ningún caso en humanos en los últimos cuatro años, pero no se puede descartar que aparezcan nuevos, ya que "los tiempos de incubación son muy largos", de décadas, en esta patología.

Además, ha manifestado que si bien "hemos aprendido mucho en estos últimos años gracias a la alarma social que generó" el mal de las vacas locas, ahora los fondos han desaparecido "casi en su totalidad" y "esto es un grave error" ya que "estamos lejos de tener este tipo de enfermedades controladas".

BENEFICIO PARA OTRAS ENFERMEDADES

Torres ha explicado que las investigaciones "nos han enseñado los mecanismos generales que gobiernan este tipo de enfermedades", que son las conocidas como priónicas, procesos neurodegenerativos que sufren las personas y los animales producidos por el depósito de proteínas anómalas en el sistema nervioso central.

Por eso, ha subrayado que su investigación también van a permitir "avances" de otras patologías neurodegenerativas como el Parkinson y el Alzheimer, dos enfermedades que en los próximos años incrementarán su incidencia porque están vinculadas al envejecimiento, ha sostenido.

El investigador ha incidido en la necesidad de conocer nuevos sistemas de detección de estas patologías, ya que uno de sus principales problemas es el diagnóstico puesto que "cursan con tiempos de incubación muy largos, incluso de décadas en el caso de los humanos".

Además, tanto este científico como Badiola han opinado que en España es probable que haya habido más casos de los cinco detectados y este último ha argumentado que en Francia hay registrado un número similar de vacas con Enfermedad Espongiforme Bovina, es un país con costumbres alimentarias similares a España, pero las personas afectadas han sido "una veintena".

Badiola ha precisado que para diagnosticar la variante humana se debe efectuar una autopsia a la persona fallecida con sintomatología, pero esta no ha sido obligatoria, sino que ha dependido de la voluntad de los familiares, algo que ha considerado un "error de salud pública".

ESTUDIO EPIDEMIOLÓGICO BRITÁNICO

Un experto británico en estas enfermedades, Mark Head, ha explicado que un estudio epidemiológico realizado en su país sobre tejido linforreticular de apéndices y amígdalas ha revelado que uno de cada 2.000 pacientes era portadores de la enfermedad del mal de las vacas locas, aunque no la hubieran desarrollado.

Esto ha llevado a los expertos a preguntarse cómo es posible que exista esa proporción de infectados y no haya más nuevos casos clínicos y ha apuntado la posibilidad de que se deba al largo tiempo de incubación de esta patología. Asimismo, ha indicado que parte de su trabajo también se centra en diferenciar los casos esporádicos de Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob y los que se pueden derivar del mal de las vacas locas.

En esta línea, Badiola ha puntualizado que además de que estas patologías pueden tardar muchos años en dar síntomas, también es posible que nunca se desarrolle, algo que "depende mucho de si se es portador de una genérica resistente o sensible; cuando más sensible, más rápidamente tiene lugar y el periodo de incubación es más corto".

MEJORAR EL DIAGNÓSTICO

El investigador británico Martín Jeffrey, que también ha participado en el congreso, ha indicado que para mejorar el diagnóstico de las enfermedades priónicas hay que "entender un poco mejor los mecanismos por los que se propagan y son tóxicos en animales y humanos" y también se ha referido a una reducción de fondos en investigación en su país.

Según ha dicho, este tipo de enfermedades "tiene una persistencia" y "hay casos espontáneos que van a estar ahí siempre con nosotros" y por eso no habría que dejar de financiar.

Por su parte, el miembro del centro de investigación biomédica CIC bioGUNE de Bilbao, Joaquín Castilla, ha expuesto que su objetivo es conocer las barreras de transmisión de esta enfermedad ya que "no se transmiten por igual entre las especies" y, por ejemplo, en el caso de ovejas y cabras "la infectividad es prácticamente nula en humanos".

Su propósito final es "buscar una terapia" para unas patologías que actualmente son mortales ya que "no tenemos cura", para advertir de que todavía "estamos bastantes alejados de encontrar una terapia eficaz que pueda llegar a las personas". En este punto, ha informado de que desde su laboratorio, junto a otras personas, han creado una asociación para apoyar a enfermos y familiares.

Castilla también ha apuntado que en el País Vasco han sufrido "menos recortes" en investigación, aunque también los ha habido, mientras que el director del Centro de Encefalopatías Espongiformes Transmisibles de la Universidad de Zaragoza ha indicado que en España llegó a haber un programa específico para estas patologías que desapareció.

No obstante, ha remarcado que "en Aragón se nos ha apoyado bastante" y el Departamento de Agricultura de la Comunidad autónoma "se ha portado tradicionalmente muy bien" con este centro, para recordar que su construcción fue financiación por el Ministerio de Agricultura, por fondos europeos y el Gobierno de Aragón, que también ha aportado becas a esta entidad.