MADRID 1 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Instituto de Obesidad (IOB) apuesta por la 'Dieta de los Colores', la cual está basada en que los pigmentos encargados de dar color a cada alimento tienen un efecto benéfico y específico para la salud.
Este régimen "ha tenido mucho éxito, especialmente en Estados Unidos", donde en lugares como el Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) se elaboran los menús en función de los colores. Éstos no sólo contribuyen al aspecto externo de la comida, "sino que resultan la clave para una dieta sana", explican.
En este sentido, explican que, al consumir diariamente frutas, hortalizas y verduras frescas de diversos colores, "se garantiza la ingesta de alimentos de bajo aporte calórico y alta cantidad de micronutrientes", como las vitaminas, minerales, fibras y fitoquímicos. Además, se reduce "considerablemente" el riesgo de desarrollar ciertas enfermedades cardiovasculares, cáncer y diabetes, entre otras, sostienen.
CENTRADA EN CINCO COLORES
Esta dieta aconseja comer alimentos de cinco colores al día, lo que "garantiza bienestar y protección al organismo", señalan los expertos. En concreto, los víveres de color azul o morado "se caracterizan por contener altas dosis de antioxidantes encargados de proteger a las células del organismo de los ataques causados por los radicales libres", indican.
Por ello, contribuyen al buen funcionamiento del sistema circulatorio, "así como a prevenir diferentes tipos de cáncer", afirman al tiempo que destacan entre ellos "las berenjenas, las moras, las uvas negras, los arándanos y las ciruelas". Por su parte, los de color rojo contienen altas dosis de betacarotenos, "necesarios para mantener la salud de la piel", indican.
Además, el alto poder depurativo de alimentos como las fresas, las cerezas, los tomates, las manzanas rojas o la sandía "permiten eliminar toxinas del organismo", señalan. Acudiendo a la comida de color verde, entre la que se encuentran la lechuga o la col, los especialistas observan que ésta "ayuda a prevenir el colesterol, mejorando la circulación y evitando enfermedades cardiovasculares, y facilitando altas dosis de fibra".
Por último, el IOB expone la importancia de los alimentos blancos y amarillos, ya que ayudan a aumentar las defensas del organismo y mejorar la resistencia frente a los agentes externos, unos; y consiguen mantener los huesos y los dientes fuertes, además de proporcionar una piel totalmente saludable y una buena visión, otros. De ellos, se destaca a los nabos y las zanahorias, respectivamente.