Un informe del Banco de España apoya las medidas emprendidas por el Gobierno para garantizar la sostenibilidad del SNS

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EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 28 noviembre 2012 17:35

MADRID 28 Nov. (EUROPA PRESS) -

Las medidas emprendidas este año por el Gobierno para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS), según el Boletín Económico editado por el Banco de España correspondiente al mes de noviembre, se identifican con las que han tenido más éxito en la contención del gasto sanitario dentro del modelo social europeo, destacando por su mayor ahorro la inclusión de topes presupuestarios o restricciones como el copago farmacéutico o el desarrollo de una cartera básica asistencial.

El estudio, elaborado por Pilar García Perea y Marta Manrique Simón, de la Dirección General del Servicio de Estudios, destaca también la introducción de mecanismos de mercado y la participación de los gobiernos regionales en la toma de decisiones.

Por otra parte, aunque con un impacto más reducido, "pero no despreciable", las reformas por el lado de la demanda, la introducción de restricciones cuantitativas y la potenciación de la Atención Primaria; por el contrario, el informe advierte de que los controles de precios tienen un impacto positivo.

En general, los servicios de salud de los países europeos se caracterizan por tener una cobertura pública prácticamente universal y un amplio catálogo de prestaciones -servicios médicos, medicamentos y tecnología- , en los que de manera creciente se recurre al copago por parte del usuario y a la provisión de servicios por parte del sector privado.

El gasto privado suele tener un carácter complementario, concentrado en tratamientos que no están previstos completamente por los sistemas públicos (odontología o cirugía plástica) o para eludir las listas de espera, así como en ciertos productos farmacéuticos.

Las medidas del actual Ejecutivo han ido sobre todo encaminadas a las incluidas dentro de los topes presupuestarios o restricciones cuantitativas, una estrategia que, según el informe "es una medida muy extendida y efectiva en la reducción del gasto sanitario por su impacto a corto plazo".

"La experiencia sugiere, sin embargo, que para que sus efectos perduren y se minimicen las posibles consecuencias adversas -como una ampliación de las listas de espera- es necesario que simultáneamente a la fijación de topes se pongan en marcha reformas microeconómicas que incidan sobre las causas reales que provocan el incremento del gasto", explican.

A su juicio, esta medida puede ir acompañada de restricciones en la dotación de factores, que pueden afectar tanto al número de camas u hospitales como al personal sanitario o al conjunto de productos farmacéuticos. Sin embargo en este caso, añade, "la evidencia disponible sugiere que estas políticas han tenido un impacto solo marginal en la contención del gasto sanitario".

En el ámbito farmacéutico el grueso de las actuaciones se ha centrado en la contención de precios de toda la cadena farmacéutica, industria, distribuidores y oficinas, afectando al sistema de precios de referencia, a los precios de los medicamentos genéricos y a los precios de los medicamentos innovadores.

Otra medida incluida en ella es la racionalización o reforma de la demanda, destacando por los autores el desarrollo de listas positivas en la prestación de servicios y medicamentos que se financian públicamente, es decir exentas de un coste al usuario.

En esta última médica, el Gobierno aprobó el pasado mes de abril un Real Decreto ley de reformas para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS), donde por primera vez se establecieron esta medida que incluía el copago en fármacos y anunciaba el desarrollo de una cartera básica de servicios y una secundaría con un coste para algunos usuarios.

Según el informe, "las reformas por el lado de la demanda ayudan, por una vía adicional, a reducir el crecimiento del gasto, fundamentalmente a través de un aumento en la participación de los pacientes en la cobertura de los costes sanitarios o copago".

Sin embargo, advierte de que a la hora de implementar el copago "para que su efecto sea más favorable" es necesario evitar posibles trasvases de demanda de servicios sanitarios desde la Atención Primaria o especialista hacia otras áreas como Urgencias, especialmente en el caso de los segmentos de población con rentas más bajas.

Otra forma de reducir la presión de los gastos sanitarios sobre los presupuestos generales es la expansión de los seguros privados, que pueden ser complementarios o sustitutivos. La introducción de mecanismos de mercado, como la libertad de elección de compañía de seguros, así como el aumento de la provisión privada que facilite la competencia entre proveedores, busca controlar los costes mejorando la eficiencia a nivel microeconómico.

AUMENTO DEL GASTO EN SANIDAD

Por otra parte, el informe muestra que el gasto sanitario en relación con el PIB ha aumentado de forma generalizada en los últimos años en todos los países analizados, "tendencia que podría prolongarse en las próximas décadas, de acuerdo con las proyecciones realizadas por distintos organismos y, en particular, por la Comisión Europea.

En estas condiciones, "el reto es detener dicha tendencia garantizando los logros alcanzados en términos de calidad y de cobertura de la población"; y, en este contexto, entiende que hay que observar las medidas que tratan de aumentar la eficiencia en la provisión de los servicios sanitarios y, por otro, las que persiguen mejorar los mecanismos de financiación de la sanidad pública y controlar su demanda.

Actualmente, los recursos pueden ser finalistas, como en el caso de las cotizaciones sociales, o provenir de los impuestos generales, para posteriormente acumularlos en un único fondo, o en varios, en este caso con la posibilidad de que el paciente.

En general, la financiación sanitaria es fundamentalmente pública, con una participación media de casi el 80 por ciento del gasto sanitario total independientemente del sistema. Mientras, los gastos farmacéuticos, que se sitúan próximos al 20% del gasto público sanitario, están más vinculados a las características individuales y a las reformas que se han adoptado en los diferentes países.

Respecto al gasto del PIB, los países del centro de Europa gastan más en sanidad, especialmente en sanidad pública, entre un 8 y un 9 por ciento del PIB, frente a un 6 o 7 por ciento en el resto.

En concreto, la Comisión Europea estima que el gasto sanitario total podría aumentar entre 3 y 6 puntos del PIB entre el año 2010 y 2060, dependiendo del escenario; siendo los países con mayores aumentos esperados del gasto serían Holanda, Finlandia y Francia, mientras que se espera que los más moderados sean Grecia, Italia o Portugal.