MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH) ha señalado que "se intuye" que el impacto del Covid-19 en pacientes con cáncer de la sangre es "menor del esperado", lo que atribuyen a "un manejo precoz de la enfermedad producida por el coronavirus SARS-CoV-2".
En espera de que el Grupo Español de Trasplante Hematopoyético (GETH), de la SEHH, desarrolle su propio estudio retrospectivo nacional, los resultados preliminares de un análisis prospectivo europeo liderada por el Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Europea de Trasplante de Sangre y Médula Ósea (EBMT en sus siglas inglesas) están en línea con lo apuntado por la SEHH, con una mortalidad del 5,4 por ciento. Este estudio incluye 37 casos de 8 países europeos, entre ellos España. No obstante, "son datos muy preliminares e inmaduros que podrían cambiar en un futuro próximo", puntualiza su presidente, Ramón García Sanz.
El experto insta a esforzarse "para que no haya retrasos en el diagnóstico de los pacientes con cáncer de la sangre, ya sea de Covid-19 o de la propia hemopatía maligna". El tratamiento oncohematológico "tiene que ser el que esté indicado, permitiéndose modificaciones únicamente donde sea realmente posible". No sería el caso de una leucemia aguda o de un linfoma de alto grado, que no pueden retrasar su tratamiento. "Recomendamos hacer cribado con PCR en pacientes sintomáticos y en aquellos que vayan a recibir quimioterapia intensiva", señala el experto.
Así, apunta que hoy por hoy "están totalmente desaconsejadas las visitas y tampoco puede haber acompañantes, excepto en el caso de niños o pacientes deshauciados". Además, las habitaciones de presión positiva
de las unidades de TPH (denominado genéricamente como trasplante de médula ósea) no se pueden usar o deben desconectarse, ya que pueden contribuir a la expansión del virus, y las habitaciones normales tienen que ventilarse.
En cuanto al tratamiento del Covid-19, se aconseja que sea inmediato en todos aquellos pacientes con cáncer de la sangre que tengan afectación pulmonar y en algunos casos con afectación exclusiva de vías altas. "Se deben monitorizar los parámetros de inflamación y electrocardiograma, teniendo en cuenta que la ferritina suele estar aumentada de forma basal en estos pacientes", detalla García Sanz.
"Desgraciadamente, las coinfecciones son muy frecuentes y, por tanto, tendremos que seguir manteniendo el tratamiento antibiótico de de alta intensidad", añade. Se recomienda utilizar precozmente fármacos inhibidores de la interleucina-6 y de la interleucina-1 al mínimo síntoma de gravedad y es conveniente usar antivíricos. A esto hay que añadir las medidas de oxigenación y la ventilación mecánica. Esta última "debe evaluarse entre el hematólogo, el internista y el intensivista y no ha de negársele a ningún paciente".