MADRID, 11 Jun. (EUROPA PRESS) -
España es el segundo país del mundo en número de personas centenarias, después de Japón. En 2006, sumaban 6.000 quienes pasaban los cien años y, según lo manifestó el profesor de la Universidad de Cantabria, Pedro Reques, durante el 49º Congreso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, en los próximos años la cifra llegaría a 10.000, por lo que consideró necesario "un registro de centenarios y supercentenarios".
Asimismo, el especialista que vaticina que en 2050 este grupo llegaría a 50.000, señala que existe una progresiva feminización del envejecimiento, y que estos grupos en el país se centran en las zonas rurales interiores, mientras que los de origen extranjero "se concentran en el cinturón del sol".
Otro profesor de la Universidad de Cantabria, Dámaso Crespo, descarta que la longetividad esté plenamente determinada por la genética. Es más, "las personas que vienen de familias longevas, tienen sólo un 25 por ciento más probabilidades de llegar a mayores". El 75 por ciento restante depende del "ambiente", compuesto por aspectos como la "nutrición, educación, hábitos dietéticos y hábitos sociales".
Crespo agrega que la esperanza de vida ha ascendido en el último siglo cerca de 50 años. Mientras antes era de 33 años, ahora llega "a casi 80 años en los hombres y más de 80 en las mujeres". Aunque remarca que más importante que la longetividad es la calidad de vida: "Si una persona vive 100 años, pero los veinte últimos años de vida está encamada, no estamos hablando de avances en los mecanismos de prolongación de la vida".
Durante el encuentro, el doctor y profesor del Instituto de Fisiología de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena (Austria), Gerhard Hofecker, aseguró que el principal problema para determinar el máximo potencial humano es que no existe "una definición clara y un estándar de oro más que la vida y la salud". Sí hay parámetros, pero "no son validados".
SISTEMA INMUNOLÓGICO
La catedrática de Fisiología de la Universidad Complutense de Madrid, Mónica de la Fuente, sostiene que el sistema inmunológico "se modifica al envejecer", de forma que unas funciones disminuyen, mientras otras se activan peligrosamente. Estos cambios constituyen lo que se conoce como "inmunosenescencia".
La especialista remarca que la causa del deterioro inmunológico con el paso del tiempo, es "el estrés oxidativo e inflamatorio" que experimentan los leucocitos. Y aunque las células del sistema inmunológico necesitan producir oxidantes y compuestos inflamatorios, su descontrolado aumento "acelera el envejecimiento general del organismo".
