MADRID, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de 20 científicos internacionales expertos en el abordaje del VIH han publicado un consenso científico, recogido en la revista 'Journal of the International AIDS Society, en el que insta a los gobiernos y a los jueces a que presten "mucha atención" a los avances significativos que se producen para garantizar que la ciencia informa sobre la aplicación del derecho penal en los casos relacionados con el VIH.
"La ciencia ha avanzado mucho en los últimos años, lo que ha sido fundamental para permitir que los países tomen decisiones informadas en sus programas de VIH. Con todos los nuevos avances científicos disponibles, debemos seguir utilizando la ciencia como evidencia para hacer justicia. Nadie debería enfrentar la criminalización debido a la falta de información o comprensión por parte del sistema de justicia sobre los riesgos de la transmisión del VIH", ha dicho el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé.
Asimismo, los expertos, convocados por ONUSIDA, la Asociación Internacional de Proveedores de Atención (IAPAC, por sus siglas en inglés) y la Sociedad Internacional de SIDA, han avisado de que una aplicación "excesivamente amplia e inapropiada" de la ley penal contra las personas que viven con el VIH sigue siendo una gran preocupación en todo el mundo. Alrededor de 73 países tienen leyes que penalizan la no divulgación, exposición o transmisión del VIH, y 39 países han aplicado otras disposiciones penales en casos similares.
"Muchas de estas leyes no toman en cuenta las medidas que reducen la transmisibilidad del VIH, incluido el uso del condón, y se promulgaron mucho antes de que el beneficio preventivo de la terapia antirretroviral o la profilaxis previa a la exposición se caracterizara por completo. La mayoría de las personas que viven con el VIH y que conocen su estado toman medidas para evitar transmitir el VIH a otras personas. Las leyes que penalizan específicamente la no divulgación, la exposición o la transmisión del VIH, por lo tanto, exacerban principalmente el estigma relacionado con el VIH y disminuyen la aceptación del servicio del VIH", ha enfatizado el presidente de IAPAC y director ejecutivo, José M. Zuniga.
La mayoría de los enjuiciamientos se han producido en función del riesgo percibido de transmisión del VIH a través de la actividad sexual, si bien algunos también han ocurrido por morder, escupir o incluso rascarse. Los enjuiciamientos y las condenas a menudo se han visto influenciados por la falta de conocimiento o apreciación de la evidencia científica sobre la posibilidad de transmisión del virus. En muchos casos, han sido influenciados por el estigma y el miedo relacionado con el VIH.
"Apoyamos esta declaración de consenso de expertos globalmente relevante, para la cual hemos sido defensores desde hace mucho tiempo. La criminalización del VIH es un fenómeno mundial en crecimiento que se dirige injustamente contra las personas que viven con el VIH mediante enjuiciamientos penales y duras penas. Esta declaración sostiene que nuestra comprensión actual de la ciencia del VIH, junto con los derechos humanos fundamentales y los principios legales, no respalda este error judicial", ha aseverado el senior de políticas de HIV Justice Network, Sally Cameron, en representación del Comité Directivo de HIV Justice Worldwide, una coalición global de la sociedad civil que lucha para poner fin procesamientos injustos.
NO SE PUEDE TRANSMITIR EL VIH MORDIENDO O ESCUPIENDO
En este sentido, y basándose en un análisis detallado de la evidencia científica disponible sobre la transmisión del VIH y la efectividad del tratamiento, la declaración señala que no hay posibilidad de transmisión del VIH a través de la saliva como resultado de morder o escupir, incluso cuando la saliva contiene pequeñas cantidades de sangre.
Además, "no hay una posibilidad desdeñable" de transmisión del VIH cuando el condón se usa correctamente durante las relaciones sexuales, o cuando una pareja que vive con el VIH tiene una carga viral indetectable. Del mismo modo, en el consenso se asegura que la terapia antirretroviral eficaz, la carga viral baja, el uso de profilaxis previa a la exposición (medicamentos antirretrovirales tomados por una persona VIH negativa antes de una posible exposición) o la profilaxis posterior a la exposición (medicamentos antirretrovirales tomados después de una posible exposición) reducen significativamente la posibilidad de transmisión del VIH.
La orientación internacional sobre el VIH en el contexto de la ley penal recomienda que la prueba de la causalidad, en relación con la transmisión del VIH, siempre se base en pruebas derivadas de varias fuentes pertinentes, incluidos registros médicos, métodos científicos rigurosos e historia sexual. Por todo ello, los expertos han pedido "encarecidamente" que se tenga más precaución al considerar el enjuiciamiento penal, incluida la evaluación de la evidencia científica actual sobre el riesgo y los daños del VIH.